A poesía, que se vén
facendo dende sempre, está enchoupada de natureza.
Todos os poetas,
mulleres e homes, escribiron, nalgún momento da súa vida, poemas que teñen que
ver coas paraxes naturais que os impresionaron ou, simplemente, aquelas
que os acolleu ao longo da súa
existencia.
Por moi urbanitas que foxen, a natureza está
presente en moitos dos seus versos.
E isto ten quen ver,
estou seguro, coa enorme carga poética que a natureza posúe. Si, hai poesía nas
árbores, na caída das follas, nos congostras que aparecen cando penetras nas
terras, nas flores, nas herbas que non respectan casas nin muros e tecen
curiosos cadros sobre eles, nos ríos coas súas formas de serpes xigantes, no
ruído das augas, nas pedras que están presentes nos camiños,as formas que toma
a auga formando máxicas fervenzas, as argalladas do sol para demostrar a súa
poderosa presenza… Para que seguir! Todo isto sábeno os poetas e resultaría
estraño que non influíse na súa creación lírica.
Pero cando camiñas pola
natureza poética e dás con mostras escritas, con versos, con miradores que
levan o nome dalgún poeta; cando camiñas a través de sendas descoñecidas e
descobres a palabra nunha pequena estrofa, sobre unha pedra agochada ou
formando parte dun muro, uns versos nunha placa de metal ou mármore, a emoción
de sentir a ligazón entre a poesía e mais a natureza multiplícase por mil.
Este marabilloso milagre ocorreulles a Oita, artista plástico notable e
melómano profundo, a Carmen, a súa
entrañable compañeira, e aos seus amigos,
amantes da natureza, camiñantes convencidos da riqueza que gardan as paisaxes
percorridas con ilusión e cos ollos ben abertos
As
Batuecas, o Guadarrama, Hervás, Salamanca etc. tiñan nas súas
entrañas sorprendentes feitos poéticos que descoñecían. E gozaron deles coma
persoas intelixentes e sensibles que son.
Cando Oita me contou o vivido, non dubidei en
animalo a que puxese por escrito a experiencia dese paseo pola poesía que, a min, con só oílo me emocionou.E cun amigo,
Jaume, déronlle forma a esta vivencia
para que poidamos gozala.
Hoxe, en Versos e aloumiños, temos os testemuño,
fotográfico e escrito, dunha descuberta tan inesperada como emotiva.
Grazas a todos pola
vosa sensibilidade, unha característica humana que cada vez un bota máis en
falta.
Aínda que non se pode ler ben, sobre esta rocha hai uns versos tallados de Vicente Aleixandre. |
Por el Guadarrama y las Batuecas.
Antonio Machado |
¿Eres tú,. Guadarrama,
viejo amigo,
la sierra gris y
blanca,
la sierra de mis
tardes madrileñas
que yo veía en el azul
pintada?
Por tus barrancos
hondos
y por tus cumbres
agrias,
mil Guadarramas y mil
sones vienen
cabalgando conmigo, a
tus entrañas.
Antonio Machado.
Verano
del 2013.
Cuatro
amigos a los que nos gusta caminar, nos disponemos a pasear por el monte, en
este caso por la maravillosa Sierra del Guadarrama. Sierra a la que siempre la
asocio a Vainica doble. Vainica Doble – El Tigre Del Guadarrama
El
día era fantástico y las ganas de compartir caminata, charla, almuerzo etc.,
hacía que nuestros pies fueran ligeros.
Intentamos
seguir el camino para no desorientarnos porque no dejamos de ser unos urbanitas
superlativos.
Objetivo no logrado, porque no seguimos el camino inicialmente
trazado y nos pasamos a diferentes sendas varias veces.
Al
llegar al Raso de Pedro Morales
comenzamos una ascensión por un sendero bastante empinado.
La
verdad es que no sabíamos dónde nos llevaría, pero un poco de incertidumbre le
da salsa al asunto.
La
senda era hermosa. No sabría decir el nombre de los árboles y plantas que nos
arropaban pero sí puedo afirmar que nos hacían sentir muy bien.
A
mitad del camino nos llamó la atención ver en el tocón de un árbol un poema
grabado en madera.
Poema de Mical |
Y
ya sabemos, la poesía infunde respeto: inicialmente nos quedamos serios leyendo
unos versos en medio del monte y sin que supiéramos nada de su existencia.
El
poema está firmado por un tal Mical. La verdad es que nos sorprendió
y comentamos lo curioso del caso y del gesto del poeta.
Poco
después nos encontramos con otros versos, esta vez esculpidos en la roca.
Uno,
de Luis Rosales y otro, de Vicente Aleixandre.
Además
de lo que nos dicen los propios poemas está lo que nos sugiere Rosales. Su oscuro recorrido político,
quizá suavizado por la defensa que hizo de Federico
García Lorca para evitar su muerte.
Alguien
comenta que también Miguel Hernández
y Leopoldo Panero hicieron poesía
con el Guadarrama.
La
verdad, fue un bonito regalo.
Nos
gustó y más cuando Carmen nos dijo
que se estaba acordando de nuestro amigo Antonio: me decía que estaba segura de
que la idea de poner nombre de poetas a unos miradores de montaña le gustaría.
Nos
llamó la atención que había una carretera que nos habría evitado el esfuerzo.
Nos reímos y pensamos que en coche el placer habría sido menor. Quizá ni
hubiéramos visto los poemas.
Días
después trasladamos nuestros maltrechos cuerpos a las Batuecas.
Nos
apetecía recorrerla e incluso comentamos la posibilidad de visitar el pueblo
donde Luis Buñuel filmó “Las Hurdes tierra sin pan”. Aunque
finalmente desistimos.
Una
de nuestras caminatas partía del Santuario
de San José, un monasterio carmelita.
Ahí
nos topamos que en la entrada había una cita de Dostoievski y unos poemas de San
Juan de la Cruz, uno de ellos situada frente a un tejo centenario.
Estas
poesías en un espacio natural, enlazaban con las del Guadarrama.
Pensábamos
que nos podía salir al paso el fendetestas
en medio de la fragua.
Las
risas volvieron a acompañarnos.
Pasaron
los días y llegamos a Hervás, en Cáceres, con la intención de conocer la Judería.
El
paseo fue muy gratificante y al iniciar el recorrido por el barrio judío nos
asaltó Unamuno con otra cita
poética.
"Hervás
con sus castañares recoletos en la falda de la sierra, que hace espalda de
Castilla, tus telares reliquias de economía medieval que el siglo abroga, y en
un rincón la sinagoga en que la grey se reunía, que hoy añora la verdura de
España, la que regara con su lloro, -de él no avara- el Zaguán de
Extremadura"
Unamuno.
Nos
dimos cuenta que este viaje estaba marcado por la poesía.
El
amigo Antonio volvió a aparecer en nuestras conversaciones y nos dio tiempo
para brindar por la poesía y por sus inesperadas apariciones.
Alp, Gerona, 25 de Octubre de 2013 Oita y Jaume Galta