NATALÍ TENTORI
(Buenos Aires, 1982)
TEJER
Se
sientan en círculo
unas
mujeres
Natalí Tentori |
y
tejen
sueños,
bufandas,
mantas,
caminos posibles.
Prenden
velas
con
el aroma del bosque
sueltan
sus cabellos
a
los cuatro vientos
apoyan
las manos en el pasto
beben
de un mismo cuenco
agua
fresca.
Detrás
de ellas, sentadas,
sus
sombras
se
ponen de pie.
Son
siluetas de niñas
tomadas
de las manos
jugando
a la ronda.
HILAR
Para
empezar
hacer
un ovillo redondo como la luna llena
de
donde bajan en escalera colgante
los
abrigos y las historias.
Se
toma la primera palabra,
se
anuda a la siguiente y a la otra.
Así,
la abuela Juanita
sentada
en la cama de su nieta,
busca
entre las lunas
el
ovillo perfecto
teje
y canta
en
el hilo de su voz
un
cuento.
CANTAR
Antes
de entender que
yo
me llamo Mara,
vos
Verónica,
y
nuestros nombres como música.
Mamá
hacía sonidos,
no
sabíamos si era hindú, francés, guaraní
¿o
en qué idioma hablaba?
No
sabíamos más que una cosa:
cantaba
para hacernos dormir
y
eran canciones más cortas
la
palabra nube,
la
palabra sueño,
la
palabra comer
y
otras
pequeñísimas
canciones
que
salían de su voz
hacia
mí
hacia
vos.
LLORAR
Por
deporte
por
berrinche
por
una muñeca
por
no tener ninguna
porque
hay que mudarse
viendo
la ruta que queda atrás
llorar
de repente y sin motivo
cuando
quiero hacer algo y no me sale
leyendo
un libro por tercera vez
llorar
de mentira frente al espejo
con
gotitas de agua de la canilla en las pestañas
no
querer llorar y que la casa se llene de nubes
con
adultos que gritan como truenos
y
tienen rayos en los ojos
hacer
fuerza para que la lluvia no caiga
taparse
la cara con las manos.
(Del libro Arroz con leche, editado por Faktoría
K de Libros, 2017. Premio Orihuela de Poesía para niños y niñas,
2016)