JUAN COBOS
WILKINS (Riotinto. Huelva, 1957)
UN
ADOLESCENTE ABRE LA CREMALLERA
Un
adolescente abre la cremallera
sensual
de la pureza.
Juan Cobos Wilkins |
Y las nubes
se
escapan
por
entre sus raídos pantalones vaqueros.
(Amor
tan blanco para el desnudo a solas con el alma.
Para
la fe en el cuerpo, maculado. Lento amor
para
ese roce del verbo con el vello. Más amor
para
la despedida ritual de la inocencia, para el aprendizaje
en
los arcanos del infierno consigo, edén
robado
donde su hermoso diablo de la guarda
se
rasura y tatúa en el pubis un doble y prohibido corazón)
Cierra
un adolescente
la
cremallera sensual de la pureza.
Y se abraza.
Temblando
se abraza a la almohada.
Un
niño aprende los adjetivos
“alegre”,
“triste”.
En
el primero hay gnomos.
En
el primero hay lluvia,
paraguas
blancos como iglús, medusas
que
abren sus paracaídas
bajo
el granizo inesperado de la tarde.
“¿Triste?”,
triste
es una bombilla
al
final del cable solitario, su débil
luz
sobre el desangelado mostrador
de
un puesto ambulante de feria.
Un
niño ignora que ambos
saben
fingir –como él- y parecer lo mismo.
Juan Cobos Wilkins |
Un
niño desconoce que los dos
nunca
jamás –como el país- se ofrecen puros.
Un
niño aprende pronto,
demasiado
pronto,
que
un adjetivo puede
de
golpe y para siempre cercenar la niñez.
UN
POETA NO DEBE EN PRIMAVERA
Un
poeta no debe en primavera
cruzar
solo la tarde de los parques.
Bajo
las ramas se abrazan las parejas
y
la yerba humedece.
No
debe pasear
en
primavera solo por los parques.
Hay
nubes lanceoladas, vuelos, restos
de
amor usado ya en la tierra, y las lilas,
tan
suaves las lilas, cómo hieren.
En
primavera es peligroso el mundo.
(Del
libro Biografía impura, editado por
la Fundación
José Manuel Lara. (2009)
Juan Cobos Wilkins recita un poema de Federico García Lorca, contenido en el documental "Lorca. El mar deja de moverse" de Emilio Ruíz Barrachina.