“
Quienes desde hace muchos años conocemos profundamente y disfrutamos de su
poesía en su conjunto, no tenemos ningún problema para reconocer en toda su
obra a la misma poeta, la misma voz, la misma fuerza y claridad en sus
palabras.”
Isto di nun momento deste texto espectacular o gran
poeta Juan Carlos Martín Ramos,
referíndose a Gloria Fuertes. Porque
Martín Ramos está canso, como outros moitos o estamos, de que se infravalore a
poesía desta muller auténtica, agora que se celebra o centenario do seu
nacemento.
Aparecen
artigos. Celébranse mesas redondas. Edítanse e reedítanse libros de Gloria
Fuertes. Algúns prólogos (ex. Luis A. de Villena que a omite) ou textos ignoran
sen rodeos esa parte da súa poesía (tan importante!!), agochándoa, como se non
existise, como se fose unha vergonza falar dela, para intentar –din eles- reivindicar
a súa poesía para os adultos, a “poesía verdadeira”.
Gloria Fuertes |
E todo isto é, sen ningunha dúbida, traizoar a obra de Gloria Fuertes e arremeter con descaro (e desvergonza) contra a poesía, boa poesía, que se fai pensando nos nenos e nenas. Persoas que descoñecen a LIX que se fai e que están decote coa escopeta preparada para disparar. Unha mágoa.
Juan Carlos
Martín Ramos, como a meirande parte dos poetas que xa temos algunha idade,
bebeu na poesía de Gloria Fuertes entre outras persoas que fixeron e fan versos
de calidade. Os que así non o entenden son uns mediocres por moito nome que
teñan. Son uns ignorantes que non merecen seren tidos en conta.
En fin, que
tedes, deseguido, un texto magnífico. Un texto claro, argumentado e ilustrado con
fermosos poemas. Un texto para reforzarnos a obra de Gloria Fuertes –coas luces
e as sombras dunha persoa que nalgún momento da súa vida se converteu en personaxe-
e, ao tempo, deixar razóns para amar a poesía pensada nos nenos con respecto e
agarimo.
E un agasallo final: tras o artigo, un vídeo no que Juan e Lurdes cantan unha canción que eles compuxeron dedicada a Gloria Fuertes, unha " poeta de garda" tan necesaria.
E un agasallo final: tras o artigo, un vídeo no que Juan e Lurdes cantan unha canción que eles compuxeron dedicada a Gloria Fuertes, unha " poeta de garda" tan necesaria.
Y AHORA QUE CELEBRAMOS SU
CENTENARIO,
¿GLORIA FUERTES CONTRA GLORIA
FUERTES?
JUAN CARLOS MARTÍN RAMOS
Algunos autores no sobreviven a la
celebración oficial de su centenario. O, dicho de otra forma, la celebración
oficial de su centenario ha servido en ocasiones para enterrar definitivamente
a algún que otro autor.
Durante un tiempo son expuestos en
el escaparate, aireados en ambientes académicos y palaciegos, agasajados con
largos discursos, grandes exposiciones e inasequibles ediciones de lujoso tomo
y lomo.
Pero, al apagarse las luces de la
fiesta, al desinterés y a la desconfianza que habitualmente despierta cualquier
fenómeno cultural en nuestro país se une el hartazgo, el aburrimiento, el
repelús, la invisibilidad, el silencio.
Este no va a ser el caso del
centenario de Gloria Fuertes. O, dicho de otra forma, Gloria Fuertes va a
sobrevivir a la celebración de su centenario brillando con luz propia, a salvo
de las tracas y los fuegos “artioficiales”.
Su centenario tiene la
peculiaridad de que lo estamos celebrando sin que nadie nos marque el paso, sin
hoja de ruta oficial, sin portadas de periódico ni avances de noticiarios.
Lo celebramos sus lectores de
forma íntima, a título particular. Lo celebran las bibliotecas, los colegios,
las librerías, algunas editoriales que han refrescado la tinta de sus versos,
contadas instituciones culturales y algunos meritorios ayuntamientos que la van
a hacer protagonista de sus ferias del libro o de algún rincón de su callejero.
Y, por supuesto, lo celebra la Fundación que lleva su nombre.
Pero no, en este caso no hay convocatoria oficial, el ministro del ramo no va a tener que consultar la wikipedia para hablar en público sobre una tal Gloria Fuertes que nació hace cien años “a los dos días de edad”.
La celebración de este centenario
va a ir creciendo de forma natural, a la medida de nuestra sensibilidad, de la
emoción que nos produce la lectura de la poesía de esta autora irrepetible. Va
a crecer con raíces profundas, fortaleciendo lentamente sus ramas, poblándose
de frutos y pájaros hasta convertirse en un árbol inmenso donde, bajo su
sombra, seguirán brotando las amapolas de la poesía.
Sin duda, uno de nuestros
principales objetivos al celebrar este centenario debe ser reivindicar lo que
algunos llaman la poesía “para adultos” de Gloria Fuertes. La expresión
“justicia poética” adquiere en este caso su significado más claro y verdadero.
Gloria Fuertes es una poeta
comprometida con la poesía, con el mundo, con su tiempo, con ella misma. Es
rebelde, independiente, original, inclasificable, ingeniosa, provocadora,
incisiva, transgresora. Su obra es poesía en estado puro, descarnada,
apasionada, emocionante. Y es intolerable que no se conozca y se valore como
merece el conjunto de su obra poética.
Pero, llegados a este punto, quiero dar un toque de atención y, ¿por qué no decirlo en sentido figurado?, una colleja a quienes, reivindicando apasionadamente la poesía “para adultos” de Gloria Fuertes, cometen la torpeza -por prejuicio, por desconocimiento o no sé si por algo más- de menospreciar su poesía “para niños” e incluso culpabilizarla de la invisibilidad del resto de su obra.
Tales afirmaciones he podido leer
en algunos artículos y prólogos y he podido además escuchar, sin dar crédito a
lo que estaba escuchando, al mismísimo presentador del acto inaugural del
“Centenario Gloria Fuertes”, celebrado en el Ateneo de Madrid.
Al menos quienes amamos la obra de
Gloria Fuertes deberíamos estar de acuerdo en que estos comentarios son
especialmente inaceptables e injustos.
Sus libros de poesía y en general sus obras dirigidas a la infancia provocaron en su momento una saludable sacudida en los cimientos de la literatura infantil y juvenil en España. Aportaron una liberadora ráfaga de aire fresco, un tono diferente y atrevido, temas novedosos, personajes disparatados y lenguaraces. Propusieron una nueva forma de dirigirse a los lectores más jóvenes y a los que aún no leían. Gloria Fuertes hablaba a la altura de la mirada de los niños, como siempre habla a la altura de la mirada del lector al que se dirige: con el máximo respeto, con la mayor cercanía, sin más señuelos que su imaginación, su humor y su ternura.
Pero ¿los niños y las niñas de hoy
leen a Gloria Fuertes?
Dejo en el aire la pregunta, pero
tengo la sensación de que cada vez menos y de que, igual que es necesario
reivindicar su poesía “para adultos”, en la actualidad es también urgente
reivindicar su poesía “para niños”.
Sospecho que, en realidad, los
comentarios desdeñosos a los que me he referido no son una mera opinión sobre
la poesía para niños de Gloria Fuertes, sino que reflejan un hecho mucho más
amplio, más profundo y más siniestro: el menosprecio con que en ciertos ámbitos
(círculos académicos, cenáculos literarios, medios de comunicación...) se habla
de la literatura infantil y juvenil, de sus autores y obras, ¡y no digamos si
se trata de poesía!
Gloria Fuertes no estaría de
acuerdo en que enfrentásemos una parte de su poesía contra la otra. Si bien es
cierto que en un poema dice: Escribo para niños para comer. / Escribo para
mayores para vivir, también dijo, entre otras muchas cosas con el mismo
sentido y la misma intención: No es todo hacer poesía para el pueblo, sino
un pueblo para la poesía. Por eso escribo para el niño y para el adolescente,
que pronto serán ese nuevo pueblo decente.
Es cierto que sus continuas apariciones en programas infantiles de televisión (¡qué privilegio para aquellos niños y niñas que merendaban a la misma hora ante el televisor!) y el perfil del personaje público que ella misma contribuyó a crear de sí misma, pudieron en cierta medida “eclipsar” -término que ha triunfado entre quienes reducen a la mínima expresión el valor literario de su obra infantil- el resto de su obra. Pero, seamos serios, ¿cuántos poetas españoles disfrutan en vida de un amplio reconocimiento y popularidad? ¿Cuántos dedos de una sola mano nos sobrarían al hacer la cuenta?
Pudo influir. Pero ¿qué influyó
más? ¿Escribir para niños o la falta de interés general y de aprecio oficial
por la poesía?
Ni
siquiera el Alcalde de Berceo
ha
leído de Berceo.
No
engañaros.
Ningún
pobre de América del Norte,
ningún
minero
ha
leído a Walt Whitman.
Ningún
compañero,
ningún
campesino,
ningún
obrero,
ha
leído a Blas de Otero.
¿Influyó más ser considerada “la
poeta de los niños” o el hecho de ser mujer y poeta (que no “poetisa”, como
ella se encargaba de aclarar)?
Trabajo
en un periódico,
pude
ser secretaria del jefe
y
sólo soy mujer de la limpieza.
Sé
escribir, pero en mi pueblo
no
dejan escribir a las mujeres.
*
Maletilla
de las letras
por
los caminos de España:
sin
hacer auto-stop a los catedráticos,
ni
a los coches oficiales
ni
a las revistan que pagan...
-sólo
a los camioneros y a las tascas-;
…
y no me dieron ninguna oportunidad
por
ser nieta de puta y basta.
¿Cuál de estas dos cosas influyó
más? ¿Escribir rimas sencillas y divertidas o escribir versos con grandes
cargas de profundidad?
Es
obligatorio silenciar que hay tumultos
porque
pueden echarte del trabajo,
y
si cantas verdades la celda te preparan
*
La
estatua del dictador
murió
ahogada.
Sólo
las gaviotas la echaron de menos.
*
Nunca
vi claro lo del clero,
ni
siquiera de niña en el colegio
cuando
te lo crees todo.
¿Qué silenció o ensombreció más
una parte fundamental de su obra, que nos contara el paseíto de don Pato y don
Pito o su manera de mirar el mundo, de entender la vida, de vivir el amor, de
concebir la poesía, y ponerlo en claro -al margen de modas, escuelas y
corrientes- para que todo el mundo lo entendiera?
Cuando
por primera vez en este mundo
el
hombre cure el dolor del hombre,
y
tenga libro el hombre, el pobre hombre,
y
la virtud valga de algo,
yo
escribiré canciones a la rosa
*
Hay
pocas
pero
hay ovejas negras.
Yo
soy una de ellas.
*
Lamer
la piel de quien amas,
lamer
el plato,
pegar
sellos:
usemos
la lengua para todo menos para herir.
*
Escribo
para niños,
para
peces,
para
rameras honradas...
para
ti.
Quienes desde hace muchos años
conocemos profundamente y disfrutamos de su poesía en su conjunto, no tenemos
ningún problema para reconocer en toda su obra a la misma poeta, la misma voz,
la misma fuerza y claridad en sus palabras.
Vivía
en una casa
con
dos ventanas de verdad y las otras dos pintadas en la fachada.
Aquellas
ventanas pintadas fueron mi primer dolor.
Palpaba
las paredes del pasillo,
intentando
encontrar las ventanas por dentro.
Toda mi infancia la pasé
con el deseo
de
asomarme para ver lo que se veía
desde
aquellas ventanas que no existieron.
Y de leer a continuación:
Una
noche muy oscura,
el
Lunes fue a ver al Martes
para
preguntarle por el Miércoles;
el
Martes dijo que se lo preguntara al Jueves.
El
Jueves dijo: -¡No sé!
Por
allí se acerca el Viernes con el Sábado también.
¡Buscamos
al Miércoles!
¿Le
habéis visto antes?
-
Preguntádselo al Jueves
que
le tiene delante.
Y
cuando todos lo buscaban en la noche,
llegó
el día tan campante.
Y no sentimos la necesidad de
preguntarnos: ¿Es poesía para niños? ¿Es poesía para adultos?
Leemos y, sin preguntar, obtenemos
la respuesta: Es, sencillamente, poesía.
Celebremos, pues, el centenario de nuestra querida Gloria, pero hagámoslo celebrando su poesía, sin apellidos, sin prejuicios, sin miedo. Hagámoslo por ella. Por nosotros. Por la poesía.
Tal vez sea la única manera de que
Gloria Fuertes nos perdone por no hacer caso a lo que nos dejó dicho por
escrito:
Con todos mis
respetos:
No participo en
homenajes póstumos,
no admito eso
de ignorar a los
vivos
y atender a los
muertos.
Nota final: A modo de íntimo homenaje, hago público para los lectores más curiosos de “Versos e aloumiños” un pequeño audiovisual que ha preparado para la ocasión mi hijo Juan, con canción incluida, grabada en casa en medio de una fiesta de cumpleaños (en este caso, no llegaba a ser un centenario), que muestra las idas y venidas por la cuerda floja de una silueta-funambulista, recortada en cartón, que representa a Gloria Fuertes. La letra es mía y la música está compuesta al alimón por Lurdes López y por un servidor. Lurdes canta y yo hago lo que puedo con la guitarra. Perdonen la mala calidad del sonido, las interferencias son los latidos de nuestro corazón. Copio la letra, por si alguien quiere acompañarnos. ¡Va por Gloria!
GLORIA
ES GLORIA
Gloria Fuertes es poeta,
va a la luna en bicicleta,
con un lápiz y un papel
cuenta todo lo que sueña.
Gloria Fuertes es poeta,
siempre tiene una receta,
cura al triste con humor,
con un verso te alimenta.
Gloria, Gloria es
la poeta que quiso
ser.
Gloria, Gloria es
la poeta que quiero
leer.
Gloria Fuertes es poeta,
libre como un ruiseñor
cuando canta en primavera.
Gloria Fuertes es poeta,
la guardiana del planeta,
lleva escrito en un cartel:
“Prohibido hacer la guerra”.
Gloria, Gloria es...
Gloria Fuertes es poeta,
da la cara sin careta,
dice toda su verdad,
habla claro y da en la tecla.
Entre nubes y glorietas,
va a la luna en bicicleta,
¿rueda o vuela?, no lo sé,
Gloria es Gloria, y es poeta.
Gloria, Gloria es...