martes, 4 de agosto de 2015

POSTAIS DE MARTIN (5) : CONVERSACIONES ENTRAÑABLES






Hubo un día en el que fuimos a comer a un pueblo cercano a Martin: Union City.

Entramos en un mexicano excelente. En el coche Antón fue pasando de una emisora de country (sonaron Don Williams con Emmylou Harris, Tom T. Hall y Ronnie Milsap, entre otros) a Elvis Radio, esa emisora que mantiene vivo el legado del genio de Tupelo.

La estancia en el restaurante resultó entrañable. Dos camareros, meseros, dicen ellos, que disfrutaron charlando con nosotros.

Ronnie Milsap
Santiago, uno de ellos, es un fan acérrimo de Sabina y demostró un conocimiento de la música en español al hablarnos de Serrat, de Aute o de Pablo Milanés. Y añadió, además, que le gustaba la poesía. Pero lo que más nos sorprendió fue la pregunta que, al saber que éramos españoles, nos hizo sobre los intentos de independencia de ciertos territorios de España. Curioso. No nos lo esperábamos y él quería saberlo de nuestra propia voz. Daba gusto platicar con él.

Susi, tan perspicaz como siempre, empleó una palabra que definió al joven de Monterrey: ternura. Sí, es verdad, este chico provocaba ternura y se le veía muy inteligente.

Y Sabina apareció otra vez. El de Úbeda, siempre presente en este viaje. Desde que salí de Vigo no dejo de tararear unos versos de "Con la frente marchita": Iba cada domingo a tu puesto del Rastro a comprarte / carricoches de miga de pan, soldaditos de lata...

Y el bueno de Santiago lo ensalzaba con ilusión. Tiene casi todos sus discos y algún que otro libro.




Roger, el otro mesero que nos atendió también, habló y habló encantado con nosotros. Nos contó ciertos pasajes de su vida. Se sentía muy dolido porque consideraba que no había hecho lo suficiente para que su hija hablase español. Ahora sólo lo hacía en inglés. Le daba muchísima pena. Nos contó que sus padres vivían en México, en un rancho, y estaban en este momento con sus diez nietos. Y comentó, además, que le parecía muy bien que sus hijos pasaran el tiempo con ellos disfrutando de la naturaleza y un poco alejados del exceso de tecnología.

Susi acertó. Estas conversaciones se hallaban llenas de ternura. Da gusto encontrar a personas con este talante. Tienen muy vivos sus sueños y ¡tanto que contar!

Y disfrutan conversando con personas que las escuchan con cariño. Eso hicimos nosotros porque nos sentíamos muy felices participando de sus vidas.

También salió el fútbol, claro. Uno, de los Tigres. El otro, del Cruz Azul. Yo, del Celta de Vigo. Y salió Galicia, y les hablé del mar. Y Monterrey. Y Chicago.

En fin, un auténtico placer.

No me olvido, tampoco, de que comimos de maravilla.

Volvimos muy contentos a Martin a través de carreteras interminables. Eso sí, entre árboles, plantaciones, llanuras extensas, pero verdes, muy verdes. No podemos olvidar que estamos en Tennessee, llamado precisamente "el estado más verde". Dicen que llueve mucho. Se agradece este color que huele a vida.

En el coche sonaban "Kentucky Rain", "Trouble", "Suspicious Minds" o "Hurt". La voz del gran Elvis Presley envolvía de hermosura la atmósfera encantada que se creó en Union City.




ANTONIO GARCÍA TEIJEIRO