lunes, 28 de octubre de 2019

"BICOS E NON BALAS" ESTARÁ PRESENTE NAS ESCOLAS VIGUESAS POR INICIATIVA DO CONCELLO DE VIGO

A nova antoloxía poética de Antonio García Teijeiro, Bicos e non balas (Galaxia, 2019), que contén textos de temática pacifista e contraria a calquera tipo de violencia, terá presenza nas aulas das escolas viguesas grazas a unha iniciativa do Concello de Vigo, que distribuirá un milleiro de exemplares da obra en varios centros escolares da cidade. A iniciativa anunciouse no transcurso dun acto no que participaron, xunto ao propio Antonio, o alcalde de Vigo, Abel Caballero, o director de Galaxia, Francisco Castro, e a ilustradora do libro, Bea Gregores.

Deixámosvos aquí un vídeo sobre o acto publicado na páxina web da SER Galicia (aquí). Ademais, varios medios de comunicación fixéronse eco da aparición da antoloxía. Se vos interesa, podedes ler a recensión do acto na edición dixital do Faro de Vigo (aquí) e unha breve entrevista con Antonio na do Atlántico (aquí).


Os catro participantes no acto de presentación no Concello de Vigo.

O libro xa está nas librarías e presentarase ao público en xeral na primeira quincena de novembro.                                                   

                                                                               ANTÓN GARCÍA-FERNÁNDEZ

jueves, 24 de octubre de 2019

"COMO TÚ", UN PROXECTO QUE FAI LITERATURA DA IGUALDADE E DENUNCIA A VIOLENCIA MACHISTA


É unha lacra que a min persoalmente me encolle o corazón. Non só existe unha terrible desigualdade entre homes e mulleres, da que elas son as vítimas principais, senón que a violencia machista segue a cobrarse novas vidas.

     Cada pouco tempo aparece nos periódicos outra tráxica morte dunha muller –de distintas idades- polas mans da súa parella.
     Daquela, unha enorme dor apodérase do meu ánimo e xa non sei que pensar.
     
     Ata onde imos chegar?
     
     Reflexiono e penso que as institucións só toman estes tristes sucesos como algo unicamente para cumprir e non sexan criticadas. Hai menos conciencia deste enorme  problema do que se agarda daqueles que mandan. Existen demasiadas estruturas que impiden que sa faga xustiza e, sobre todo, que se poña freo a tanta loucura. O machismo e o concepto de posesión sobre a muller está moi enquistado e hai moito que traballar.

    

      Educación e formación das novas xeracións son dous puntos esenciais para que as cousas cambien e principie a haber un rexeitamento destas atroces accións que degradan o ser humano.
     Moitas escritoras –principalmente- e escritores están a facer moi boa literatura con este tema. A concienciación é absolutamente necesaria. Acadar unha virada nestes terroríficos actos é labor de todos e todas.

    De aí que estea feliz de participar neste libro, Como tú, que trata este tema da igualdade dende a diversidade formal e temática. Dezasete  textos en prosa, un guion e dous poemas, como berros de liberdade e de reivindicación da muller nun mundo que vomita fume negro por demasiados lados. Porque a violencia ten moitas caras e hai que combatela sen fisuras.

     Esta é a razón pola que aproveito as tristísimas noticias dos últimos días e a distinción de Como tú, como un dos libros elixidos para formar parte da prestixiosísima Lista dos White Ravens de Munich, 2019, para poñer en Versos e aloumiños o poema que pecha o libro e que escribín con moita rabia, pero tamén con enorme esperanza.

     Moitas grazas a Fernando Marías por tan necesario proxecto, grazas a Pablo Cruz, da Editorial Anaya por crer nel e grazas persoais a Xosé Cobas por acompañar o poema dunha ilustración de enorme altura artística.


    Aí queda. Ao remate desta entrada. Lédeo e reflexionade.


Antonio García Teijeiro. (Foto de Anxo Cabada)

El libro Como tú (20 relatos + 20 ilustraciones por la igualdad), coordinado por Fernando Marías y el que participaron 40 autores e ilustradores, ha sido incluido en los White Ravens 2019, una selección que cada año elabora la Internationale Jugendbibliothek de Munich eligiendo 200 títulos entre los miles de libros infantiles y juveniles publicados en 58 países y 37 idiomas (en esta ocasión, 4 de España).

     Los miembros del jurado responsable de la selección escriben sobre este libro:
"El título de este volumen no es ambiguo: trata de la igualdad (y, por lo tanto, también de la desigualdad) de género El autor Fernando Marías, editor de este proyecto editorial socialmente comprometido, reúne una notable variedad de voces literarias y estilos de ilustración. 20 autores y 20 ilustradores han colaborado en este libro, incluidos nombres conocidos en la literatura española para jóvenes, como Care Santos, David Lozano, Maite Carranza y Gonzalo Moure. La mayoría de las contribuciones son cuentos, pero también hay poemas, un texto compuesto enteramente de mensajes de texto y una obra de teatro. Se refieren a roles de género, amor, violencia, dependencia, falta de comunicación y mucho más. Ya sean amables, reflexivos, explícitos o apelativos, los textos son adecuados para leer por cuenta propia o para leer y debatir en grupo. La variedad literaria se complementa con las ilustraciones multifacéticas, que llegan al corazón de cada historia".
     

       Desde aquí damos la enhorabuena a las 40 personas que con su generosidad y profesionalidad han hecho posible este libro: Ana Alcolea, Ana Campoy, Maite Carranza, Ledicia Costas, Espido Freire, Santiago García-Clairac, Antonio García Teijeiro, Ricardo Gómez, Alfredo Gómez Cerdá, Jorge Gómez Soto, Rosa Huertas, Raquel Lanseros, Nando López, Antonio Lozano, David Lozano, Fernando Marías, Gonzalo Moure, Mónica Rodríguez, Care Santos, María Zaragoza, Juan Miguel Aguilera, Raquel Aparicio, Carla Berrocal, Xosé Cobas, Agustín Comotto, Nuria Díaz, Alberto Gamón, Gabriel Hernández Walta, Anu Jato, Raquel Lagartos, Esperanza León, Sara Morante, Javier Olivares, Ana Oncina, Mireia Pérez, Dídac Pla, Alba Marina Rivera, Pedro Rodríguez, Santiago Sequeiros y Fern.







SE ACABÓ, MADRE, SE ACABÓ



I


Llueve fuerte en la casa.
Una lluvia negra
                                  de nubes que se desangran.
La madre sabe bien
que esa lluvia pertinaz
              cumple el ritual del dolor y la duda.
Le duelen las manos
encallecidas por las labores más asfixiantes.
Le duelen los momentos
cubiertos de mugre
                                  y silencios espesos.
Le duelen las miradas torvas y traidoras
que dejaron su cuerpo hecho trizas poco a poco.
Y le duelen los ojos de la hija
                                                que grita y sacude sus miserias
dispuesta  a romper con todo.
No sabe qué hacer  con su alma
y  se apoya en lamentos
                                         que nunca dejaron de serlo.
Pero… los ojos,
                                y los gritos de rabia
y las amenazas de la hija remueven
                              su muda resistencia.
Esos ojos abiertos de luz y fuego
 le están diciendo
                            que nada va a ser igual.
Que hay que decir ¡basta!
 Y la mujer intenta esbozar una sonrisa
                                                                          que no aflora
                                                                                    a sus labios.
Quiere darle la razón
                                    pero  teme salir del cauce de ese río
                     que  siempre la llevó al mar.
Un río negro,
                        revuelto,
                                         de  ceniza,
                                                              traidor.

Un río de mirada torva de hombre.
De ese hombre que está sentado en la sala
                                                        arrojando humo  sobre ella.
De ese hombre que llena de flores secas
                                                                   las  estancias que ella fregaba
                                                 ignorando    los límites impuestos.
De ese hombre que nunca se emociona con las estrellas.

Ilustración de Xosé Cobas para o poema.


II

Y la hija irrumpe frenética
                                          y le dice ¡basta!
Y grita ¡basta!
Y llora ¡basta!
Se acabó, madre, se acabó.
Tiembla la buena mujer.
Temblores entre el miedo
                                          y  demasiadas esperanzas rotas.
La hija corre las cortinas
                     que  llevan años oscureciendo esa luz
                                               que el sol regala cada día.
Y rompe paredes
                          que oprimen libertades.
Se acabó, madre, se acabó.
Yo no voy a inclinar el cuello
porque estoy cansada
                                    de esos hombres que esconden duras verdades
y  sonriendo sumen a la mujer en simas oscuras.
Porque estoy cansada
                                  de ver espacios nublados semana tras semana.
Y no aguanto más.
Voy a coger tu mano
                                     con el cariño que te mereces
y vamos a brillar juntas cada amanecer
                                       buscando horizontes abiertos.
Se acabó, madre, se acabó.
Quiero extender sobre tu mesa
los pliegues de mil sonrisas
y dejar las marcas crudas de tu piel en el olvido.
Y decir al hombre que fuma
que se apagaron los focos del escenario,
que destruya la soledad que su egoísmo ha ido tejiendo
                                                         durante tanto tiempo
o que vaya a jugar a otra parte la partida de la injusticia
                                                        ¡ muy lejos de aquí!
Se acabó, madre, se acabó.
En el jardín vuelve a haber camelias blancas y rosas amarillas.
Déjame recoger los escombros de una vida ya podrida,
sentir una nueva que renace
y  me haré dueña de la inmensidad
                                          que   aparece delante de mis ojos.
De tus ojos que no van a llorar más.
Que van a atravesar
                                  túneles  de esperanza y de sosiego.
Se acabó, madre, se acabó.
La bruma de tus temores
                                de  tus miedos
                                                 de  tus ahogos
                                                             se  está disipando
    y pronto va a relucir
                             aquella  claridad olvidada
             que  soñamos algún día en nuestra casa.



             
                                                                                                                                  ANTONIO GARCÍA TEIJEIRO

martes, 22 de octubre de 2019

A BUTACA DO LECTOR (5) "Tres minutos no aire", de Miguel Anxo Murado





Dende que o lector lera Ruído e O soño da febre ficou engaiolado pola prosa de Miguel Anxo Murado.
Fin de século en Palestina rematou por agrandar, máis se cadra, a admiración pola obra do escritor lucense.
     De aí que, cando viu Tres minutos no aire na librería, non tardou en mercalo e volver a gozar do talento de Murado.

    
O lector sentiu curiosidade por ler o que o autor contara no Diario Cultural da Radio Galega en tres minutes, máis ou menos, nunha colaboración semanal entre os anos 2006 e 2009.

     O lector non escoitara as pequenas narracións nas ondas e abofé que gozou enormemente lendo as 226 páxinas que compoñen o libro.

     Gozo foi o primeiro que sentiu o lector coa lectura e deseguido –ou a o tempo – curiosidade e reflexión polo que os textos descubrían. Textos pensados para ser ditos e que, preservando o ton e o ritmo oral, non deixan de aportar pausa ao ser lidos.

     O lector volveu reafirmarse na claridade e o dinamismo da prosa de Miguel Anxo Murado. Lía un relato, sorprendíase, reflexionaba e e xa estaba desexando pasar ao seguinte. O lector chegou a envolverse no ritmo frenético das pezas literarias. Tiña que deterse porque xa era hora de apagar a luz – o lector goza lendo na cama ata altas horas – pero non era quen de parar. Cada peza, contada cunha mestría inusual e un ritmo moi vivo, ofrecía un feito actual, curioso, simpático, fondo, coa opinión do autor que achegaba coñecementos e acadaba que o lector pensase sobre o tema.

     E así rememorou a Cunqueiro, citado ben veces, soubo das Rapas luguesas e de Sabucedo, das referencias ao lobo coa figura de Fole de fondo ou que, aló polo século XVI ,Michel Eyquem, nome verdadeiro  de Montaigne, o inventor do xénero “ensaio” fora alcalde de Bordeos e tiña unha intensa relación co famoso viño desta rexión francesa.

     O lector ficou abraiado diante da caveira de Yorick, sorprendido perante a lenda de que Lenin lía moi rápido ou a de Theodore Rooselvelt de quen se dicía que lle abondaba un golpe de vista para saber o que poñía nunha páxina. Curiosa tamén a referencia a certos comentarios do filósofo Massimo Cacciari que afirmaba que Armani era o Michelangelo do noso tempo.
Hai moita ironía no discurso de Miguel Anxo Murado neste Tres minutos no aire. Aproveita moitas destas anécdotas para dar unha vision a vida de seu.

     E o lector detívose nas últimas pezas para concordar con el en que o desprestixio da mocidade é algo inxusto, así como recoñecer que os edificios contan historias porque a pedra explica moito.
Critica Murado a moda das memorias políticas dos mandatarios actuais. Afirma que son parte do presente, sendo o pasado unha excusa para contar o que se está a facer.
Fica desorientado o lector cando le que, para o autor, Gandhi é un reaccionario sobrevalorado e reflexiona sobre a verdadeira natureza do famoso cadro O grito de Munch.

     Cando remata o volume, o lector sente unha enorme felicidade e volve a certos textos que o sorprenderon especialmente.

     Tres minutos no aire é un fermoso mosaico- pensa o lector- das idas e voltas que dá a sociedade de todos os tempos e da contradición dos seres humanos. E ao rematar o libro sente que respire un chisquiño mellor.



martes, 15 de octubre de 2019

ESCAPARATE POÉTICO (CXXI) Chus Pato










                                             CHUS PATO (Ourense, 1955)






Seriamente
aquí
só estamos nós
as que non podemos ser ouvidas nin ser vistas

sostéñennos as oxivas
imos en tren e dicimos
Chus Pato  (Foto de Xoel Gómez)
¡¡¡ adeus, adeus!!!

imos esbarroando en castelos enormes
ou fragas
e nos cumes
cristas que cortan a pel
e desafían os ventos

quen aquí falamos somos pedras

iso
o voo dos grous
coñecémolo

…………………………………….

Por iso uliamos a óxido
non eramos quen de chegar até os cristais do faro

desexabamos ver a horta do mar
a franxa
ou nadar e chegar á illa

por iso uliamos a brea
a piche negro
a fondo de gamela

os nosos pés abríanse ao contacto co granito

caïamos dereitos
ou en forma de acio
abriamos a tona das augas
por un intre soportabamos o peso do materno

un canto átono
nas dunas

nel
tallamos os músculos da glote

despois
todo desaparece
o salitre e o iodo as algas o aceite a intelixencia
as voces de Deus

os vidros vermellos

todo

………………………………………

Furtiva
rodeada de árbores tan taciturnas coma ela
xurou
que aprendería a arte das palabras
que poñería en xogo a vida

daríalles caza
traeríaas


................................................................................


Sentes unha ameaza
ves as árbores
seguramente ti tamén o estás
envolta pola néboa
como a montaña que escalas

sábeste dentro da alucinación

para iso serven os tapices
para envolver con eles o teu corpo

baixo os cascos dos cabalos

para que te recoñeza na éxtase
e te garde na memoria


…………………………………………..


Non disparei
claro que non
pero a pel da osa era xusto do meu talle
e sei aleitar as crías
Abandonamos o inverno
os cranios das ancestrais
e o negativo das maos nas paredes da caverna
Ti, poeta
deséxasnos
desexas as augas cristalinas do río
e o peixe cru que devoramos
o mel das nosas bocas
sobre todo o enxameo no ceo da túa
a psique

é extensa
non o sabe


(Do libro Un libre favor, editado na colección Dombate  pola Editorial Galaxia, 2019)

jueves, 10 de octubre de 2019

A BUTACA DO LECTOR (4): "Conta nove estrelas", de Andrea Maceiras


O lector nunca deixa pasar a oportunidade de ler cada nova obra que Andrea Maceiras tira do prelo. E Conta nove estrelas Non ía ser a excepción. De feito, non o foi. Gústalle ao lector o mundo literario desta escritora coruñesa que ateiga de humanidade cada novela que publica.

     Por iso, o lector deixouse levar, como viaxeiro dunha nave espacial da Galaxia de Oma, pola aventura que viven dous seres – tres, en realidade - que os vai levar a desafiar os límites do universo coñecido.

    
O lector viviu ben interesado nun libro de aventuras intergaláctico. E axiña comprendeu que Quepi, Udai e algún personaxe máis rematarían tocando a súa fibra sensible cando a acción comezase a desenvolverse.

     Xa no principio aparece a figura do avó dos rapaces, Acasi, que vive con eles en Dot, un planeta tan bonito coma inhóspito onde ninguén quere quedar.
E aí xa comeza a tenrura que a autora expresa cara a esas persoas maiores que tanto dan e demasiadas veces tan pouco reciben.

     O lector sempre amosou un agarimo especial polos anciáns e anciás. Prodúcenlle esa tenrura que Andrea Maceiras mostra nesta novela.

     Pero cando o lector coñece a Quepi, fica engaiolado polas características desta rapaza marabillosa que pensaba que non era quen de percibir a natureza e angustiábase por iso.

     Quepi é unha nena diferente que conversa coas rusgalias e a quen lle gusta sentirse libre de cando en vez. En soidade, agochada, ocúpase das cousas do fogar mentres Udai e o avó marchan traballar.

     Quepi, pensa o lector, representa a diferenza. Ser diferente é un problema en calquera sociedade. E a nena da melena turquesa, érao e desexaba ser útil por unha vez na súa vida. Sentíase monstruosa e torpe e sufría porque pensaba que todos tiñan que cargar con ela.

     E foi o bobó, un animal perseguido e teoricamente destutivo, quen vai cambiar boa parte do comportamento de Quepi. Mais tamén lle dará enormes problemas que irán superando xuntos.

     O lector participa activamente nos diversos atrancos que os protagonistas teñen que superar. Activamente porque sente no seu interior a necesidade de botarlles unha man e que deixen de sufrir perante tanta circunstancia adversa.

     O lector, coma os protagonistas da novela tamén queren chegar á Estrela Dormente. Quere coñecer a historia dese pobo antigo como o Universo. Ese pobo pacífico que vivía en paz e foi atacado polos habitantes dun planeta veciño e tivo que elixir entre loitar e fuxir.

     E ao lector véñenlle á mente traxedias de pobos que ao longo da historia tiveron que sufrir o éxodo das súas terras.

     O lector séntese triste e, á vez, feliz de comprobar que na Estrela Dormente hai vida, lugares por descubrir e posibilidades para seguir soñando.

     E aí, nese lugar, a diferenza de Quepi anteriormente, Udai séntese verdadeiramente raro. E non quere deixar pasar a oportunidade de ser, por unha vez, o diferente.

     O lector emociónase cando cara ao remate do libro le: “Que sempre exista algo que nos faga diferentes, pero que nunca esquezamos que todos provimos dun mesmo, enorme e único latexo.”

     O lector pecha o libro. Pensa nas diversas reflexións do mesmo e volve ser feliz e non sabe se, por influencia da novela, está a sentirse diferente el tamén.