martes, 30 de junio de 2020

"PUPILA AL VIENTO", unha curtametraxe coa palabra de Rafael Alberti sobre poderosas imaxes. Un artigo de Juan Carlos Martín Ramos



Levaba algún tempo o meu querido amigo Juan Carlos Martín Ramos sen escribir para Versos e aloumiños.
E faino, desta volta, pola porta grande. A culpa? Pois  Rafael Alberti, María Teresa León, unha fermosa curtametraxe, a voz do matrimonio, a fermosísima creación de dous cineastas, o documentalista italiano  Enrico Gras e o produtor uruguaio Danilo Trelles.

     Non vou repetir as palabras do poeta cordobés: para iso está o seu magnífico artigo. Pero chamoume unha noite á casa e comentoume o achádego. Fiquei sorprendido. Non tiña coñecemento dela.Enviouma e gozamos del. As imaxes poderosas, a poesía de Alberti e a súa voz, as aparicións sonoras de María Teresa cativáronos.

     Hoxe está todo neste blog-revista para desfrute daquelas persoas que o desexen.
Animádevos. Paga moito a pena.




“PUPILA AL VIENTO”

(un cortometraje que muy poca gente ha visto)
CON RAFAEL ALBERTI Y MARÍA TERESA LEÓN


                                                                   Juan Carlos Martín Ramos

No estoy muy seguro de si en estos tiempos se puede hablar de Rafael Alberti sin riesgo de que te lleven a los tribunales. Lo que sí sé es que cada vez es más difícil encontrar sus obras fuera de los circuitos de libros de segunda mano y de ocasión.

Pido clemencia de antemano por si incumplo alguna ley, escrita o imaginaria, o si invado la intimidad de los derechos de alguien. Sólo quiero hablar de un poeta. Un poeta que también considero mío desde que leí por primera vez sus poemas a los quince años.

Quiero hablar de Rafael Alberti, pero lo haré después. Antes quiero hablar de María Teresa León. Su esposa, su compañera de exilio. Una mujer que encarnó los ideales de una época, que abrió camino al feminismo, que rompió esquemas y estereotipos. Una escritora que merece ser rescatada de la inmensa sombra de su querido poeta.

           

Hace unos días empecé a leer su biografía, “Palabras contra el olvido. Vida y obra de María Teresa León (1903-1989)”, de José Luis Ferris, premio Antonio Domínguez Ortiz de Biografías 2017, publicada por la Fundación José Manuel Lara. Lectura que recomiendo, igual que recomiendo más aún la lectura de su hermoso libro “Memoria de la melancolía”, hasta hace poco casi inencontrable y, por fortuna, recientemente publicado por la editorial Renacimiento. 

Estaba en la página 302 de su biografía, adentrándome en un capítulo en el que se habla de La Gallarda, la casa de Punta del Este en la que la familia Alberti pasaba los veranos, cuando de pronto leí que, en 1949, el director y documentalista italiano Enrico Gras y el productor uruguayo Danilo Trelles “invitaron a la pareja de escritores a intervenir en un nuevo proyecto cinematográfico”. Se trataba “de un cortometraje titulado ´Pupila al viento (Diario del Faro de Punta del Este, 1883)´, primer film de arte experimental rodado en Uruguay. Rafael Alberti fue el encargado de escribir esta vez el guion, ´Palabras sincrónicas para un film de Enrico Gras sobre Punta del Este´, y de realizar con María Teresa, la locución del texto poético que recorre los algo más de 14 minutos que dura la proyección”.
 
Rafael Alberti, MªTeresa León e Aitana, a súa filla, en "La Gallarda".
Un hecho así, del que no recordaba ninguna noticia, despertó inmediatamente mi curiosidad. Así que cerré el libro, me aventuré en el navegador de internet a ver si encontraba algún rastro del mencionado cortometraje y, ¡oh, sorpresa!, ahí estaba: “Pupila al viento” (1949), de Enrico Gras y Danilo Telles.
 
María Teresa León
Enorme emoción. Ahí estaba el cortometraje y ahí estaba la voz de Rafael Alberti, y en algunos momentos también la voz de María Teresa León, recitando las “palabras rítmicas” (como se dice en los créditos) escritas por Alberti, acompañadas por la música del compositor español Julián Bautista.

El cortometraje es una producción de la Comisión Nacional de Turismo de Uruguay, que, según cuenta José Luis Ferris, “no sólo sirvió de excelente promoción turística de la zona, sino que tuvo una gran repercusión en los ambientes culturales y un importante reconocimiento en la prensa tras su estreno”.

He podido confirmar, leyendo lo que he encontrado en mi búsqueda internáutica, que “Pupila al viento” estuvo perdida durante décadas hasta que se encontró un negativo en la Cinemateca de Praga y que está considerada como la obra maestra del cine experimental uruguayo.

No sé cómo podríamos clasificarlo: ¿un documental poético?, ¿un poema cinematográfico?, ¿un cinepoema? Da igual el nombre. A pesar del enorme logo de la Cinemateca Uruguaya, que se come media pantalla, vais a poder comprobar que se trata de un cortometraje singular, sugerente, emocionante, poético, lleno de imágenes oníricas, de luces y sombras surrealistas.
 
Rafael Alberti
Alberti, en realidad, no es el autor del guion, escribió un poema sobre la imagen terminada. Según dijo en una ocasión, “las palabras coinciden rigurosamente con la imagen, silábicamente con la imagen; palabras sincronizadas, como se sincroniza una  canción. Está hecho en la moviola, mirando cada cosa, coincidiendo con lo que pasa”.

Pero Alberti se quedó corto en lo que dijo. Un poeta como él no podía limitarse a describir las imágenes. El hilo de sus palabras las transforma, intensifica el hechizo sobre el espectador con la magia, la gracia y la fuerza de su poesía.

Años después, Rafael Alberti incluyó el texto que escribió para este cortometraje dentro de su libro “Poemas de Punta del Este”, publicado en 1961. Invito también desde aquí a leer o releer este libro, como cualquier otro de los suyos.

Y añado una curiosidad. “Pupila al viento” es el título de un libro de poemas que en 1998 publicó la hija de Rafael y María Teresa, Aitana Alberti.

Juan Carlos Martín Ramos
Pónganse cómodos en sus butacas. Apaguen las luces y dejen que “Pupila al viento” ilumine la pantalla. Suban y bajen por la escalera de caracol de este faro que aún puede alumbrar y deslumbrarnos desde mediados del siglo pasado en Punta del Este.



martes, 23 de junio de 2020

JACQUELINE WOODSON, GALARDONADA CON EL PREMIO ANDERSEN

Nos alegra enormemente enterarnos de que la escritora estadounidense Jacqueline Woodson ha recibido el prestigioso Premio Hans Christian Andersen que otorga anualmente. Woodson comparte este año el galardón con la ilustradora suiza Albertine, que ha sido premiada en la categoría de ilustración. Ambos premios nos parecen más que merecidos, y en el caso de Woodson, el Andersen supone un importante reconocimiento a una obra literaria sólida y de calidad que lleva publicando ya desde inicios de los años 90. No ha sido una trayectoria fácil la de Woodson, que nació en Columbus (Ohio) pero creció entre Carolina del Sur y Brooklyn. Su obra se ha caracterizado siempre por su exploración de personajes femeninos que deben superar importantes dificultades de índole personal, sexual, racial, social o económica y que acaban encontrando su lugar en el mundo tras una serie de experiencias dolorosas pero que les ayudan a madurar y a encontrar sus propias voces en el contexto que les ha tocado vivir.


Woodson se ha dado de bruces en varias ocasiones con los censores más conservadores de su país, que han mostrado objeciones a algunos de los contenidos de sus obras, que como la excelente Brown Girl Dreaming, suelen presentar elementos autobiográficos. La obra de Woodson, vista en conjunto, es extremadamente diversa, innovadora y de muy necesaria lectura en nuestros días. En un reciente vídeo en su canal de YouTube, Antón García-Fernández ofrece las claves interpretativas para acercarse a la literatura de Woodson que, por desgracia, ha sido escasamente traducida a las diferentes lenguas de la Península Ibérica. Por si os resulta interesante, dejamos aquí a continuación el vídeo completo.



martes, 16 de junio de 2020

DARDO POÉTICO (LXVI): TRES POEMAS NO 79 ANIVERSARIO DE BOB DYLAN (Petando nas portas de Dylan)





Bob Dylan
Bob Dylan cumpriu o pasado 24 de maio  79 anos. Que xa son anos, se temos en conta esa “Never ending tour” que o levou a dar un mundo de concertos sen interrupción dende hai ben anos. O COVID-19 obrigouno a parar. Entanto, o xenio de Duluth agasallounos con tres temas, verdadeiramente excepcionais que facían presaxiar un novo traballo discográfico: “Murder Most Foul” (de case quince minutos de duración), “I contain multitudes” e “False prophet”. Intuíamos algo excepcional os amantes do vello Bob e produciuse. Non tardou en anunciar un novo disco, que sairá á venda o día 19 de xuño. Leva por título "Rough And Rowdy Ways" e supón unha nova alegría para os que amamos a música e a traxectoria do músico máis influente do século XX.

     
     


     Co gallo do seu 79 aniversario, quixen homenar a Bob Dylan recitando tres poemas do meu poemario “Petando nas portas de Dylan” (Editorial Galaxia). Penso que a ocasión o merecía.
     
     En Versos e aloumiños podedes ler os tres poemas e, ademais, escoitalos e velos no vídeo que hai deseguido.


                 TRES POEMAS DE "Petando nas portas de Dylan" e un vídeo


e foron aparecendo preguntas sen respostas,

preguntas e preguntas que chegaron a cubrir
o ceo,
ese ceo xa sen pombas brancas que o atravesasen.
pombas substituídas por balas de canóns.
preguntas e preguntas
que ninguén foi quen de contestar.


...daquela, a voz do vello Bob comezou a escoitarse dicíndonos que 

quizais a resposta estivese soprando no vento.
                                 
                                 (tras escoitar Blowin’ in the wind)




    



underneath the sky of blue



Baixo o azul
                       do ceo
invento camiños
                       sen medo
Baixo o gris
                       do fume
percorro carreiros
                       de lume
Baixo a cor
                       dun manto
              debuxo facianas
                                sen pranto
Baixo as ás
                                das aves
              eu peto nas portas
                                sen chaves
Baixo o son
                                do río
              eu pinto as enrugas
                       do frío
Baixo o van do fento
                       eu douche de bicos
                                          un cento








don’t send me no more letters no



Non me envíes máis cartas
porque as sinto moi frías;
xunto ás medias verdades
se cadra hai cen mentiras.

Non me envíes máis cartas.
Son verbas ben distintas
a aquelas que noutrora
quenceron os meus días.

Repaso esas palabras
baleiras, fuxidías.
Son restos dunha historia.
Son aves moi feridas.

Non me envíes máis cartas.
Son ansias esquecidas.







martes, 9 de junio de 2020

ENTREVISTA DE MONTSE DOPICO A ANTONIO GARCÍA TEIJEIRO EN "PRAZA PÚBLICA"





 

"A LIX segue demasiado vencellada á escola. Se desaparece a prescrición escolar, caería en picado"


venres 3, abril 2020

Antonio García Teijeiro foi un dos autores que máis se implicaron, a través das redes sociais para adaptarse ás circunstancias do confinamento, na celebración do Día da Literatura Infantil e Xuvenil (LIX). Tamén é un dos veteranos da mesma en Galicia. Falamos con el de toda a súa traxectoria na creación de narrativa e, sobre todo, poesía para a infancia. 

Publicou vídeos no Facebook para celebrar o Día da Literatura Infantil e Xuvenil (LIX). Que hai que celebrar e que non deste día en Galicia?
Eu non son moi partidario dos “días de”, pero creo que é necesario para visibilizar un xénero normalmente bastante esquecido e maltratado. Temos unha LIX de alto nivel, fundamental para a formación dos nenos e nenas, e hai que concienciarse de canto lle achega á cultura galega. Precisamos que os xornais poñan o acento nela no día a día, por exemplo. A LIX é unha literatura forte, necesaria, transformadora… Unha literatura que fai que a cultura galega teña un pulo especial. Eu é algo que noto cando viaxo: o respecto que hai pola literatura galega. E iso prodúceme, claro, unha enorme satisfacción…


Por que di que é unha literatura maltratada? A aposta das editoras por ela, por exemplo, é moi forte. 

 As editoras fixeron unha aposta clarísima pola LIX porque é literatura que se vende, fundamentalmete polas prescricións dos colexios. Falta que haxa compra sen esa obrigatoriedade… Falo de maltrato porque non se lle dá a importancia que debería dárselle, por exemplo, a nivel mediático. Ou porque se considera, moitas veces, unha literatura de segunda, é dicir, non é tan valorada socialmente. Mesmo hai escritores que renegan da LIX, o que é moi triste...
A LIX é básica para a formación de futuros lectores e lectoras. A LIX é unha necesidade porque a lectura é unha necesidade. Eu sei, pola miña experiencia como docente, que a literatura axuda a transformar comportamentos, actitudes… Pero teño moitas anécdotas sobre pais que, por exemplo, dicían que non ían gastar en libros porque, unha vez lidos, xa non valían para nada. Falo de maltrato porque se rebaixa o valor social e cultural da LIX.

Na súa experiencia como mestre puido comprobar, segundo comentou en varias entrevistas, que á rapazada si lle gusta a poesía. Que pasa entón para que despois queden poucos como lectores?
Eu manteño que cando un docente é motivador, cando é un mediador que cre no que fai, cando é evidente que lle gusta… consegue atraer ao alumnado para a lectura. E non pasa só cos rapaces máis pequenos: tamén cos da ESO. Cando ven que o que dis é auténtico, que cres profundamente niso, déixanse levar pola paixón pola poesía. Durante moito tempo a poesía foi considerada algo “cursi”. Había un rexeitamento cara ela.

                                                                              Antonio García Teijeiro © Distrito Xermar / Arquivo AELG

 O meu reto como docente foi acabar con esa etiqueta para que o alumnado asuma a poesía como algo natural e non como algo alleo a eles, ridículo… Para iso, mostráballes diferentes maneiras de facer poesía, e hoxe ademais xa hai moitos máis poetas que se ocupan de que a rapazada teña boa poesía para ler. O problema é que non hai aínda mediadores suficientes facendo este traballo de campo. E tamén que ás veces os poetas optan por unha escrita complicada e egocéntrica para demostrar que son moi cultos… E a LIX precisa sinxeleza, que non simplicidade.


A que se refire cos mediadores? A todos os axentes que achegan o libro á rapazada?

Principalmente ao profesorado, que debe crer no que fai e non terlle medo á poesía. Mais houbo moitos avances nisto: a min hai bastante xente que me pide vídeos, por exemplo. Hai profesores que non presentan a poesía como un traballo escolar, senón que transmiten un interese real por ela. Ás veces eu podo ser crítico cos docentes porque considero que non len o suficiente, pero cada vez hai máis que se preocupan moito disto. Eu tiven rapaces que non eran moi bos academicamente pero que nos obradoiros de poesía eran outros, outra persoa. A poesía é moi importante para eles: provoca reflexións se se escolle ben, ademais do pracer enorme que produce entender as palabras... O que eu procuraba como profesor era que lesen poesía e que a escribisen.


Escolleu un poema de ‘Poemar o mar’, o libro co que gañou o Premio Nacional de Literatura Infantil e Xuvenil, para o Día da LIX. Por que é, como di no post, un poema de esperanza? Cal é o vínculo entre ‘Poemar o mar’ e Rafael Alberti?


A miña relación con Rafael Alberti foi do que máis me marcou como poeta. Estiven dez anos en contacto con el. Era un creador poliédrico, xeneroso… Teño moi boas lembranzas do tempo pasado con el: escoitar a súa voz, recibir os seus debuxos... O primeiro poemario completo que lin na miña vida foi o seu ‘Marinero en tierra’. O mar sempre fora moi importante para min, desde pequeno. O mar sempre me enfeitizara: a súa linguaxe poética extraordinaria a nivel visual ou sonoro… Sempre me sentín en diálogo con el e ademais nos momentos difíciles ía miralo e escoitalo. Pero ao ler este poemario de Rafael Alberti pensei que eu tamén quería ser poeta do mar.
O mar está presente dalgunha maneira en todos os meus libros, que son máis de 50. Pero chegou un momento en que quixen tratar o tema dunha maneira máis directa. Fíxeno a través dunha triloxía: a primeira entrega está en castelán e é ‘La cuna del mar’. E as outras dúas, en galego, son ‘Palabras do mar’ e ‘Poemar o mar’. O que quería era personificar o mar, dar unha visión humana del, que tiña moito que ver coa esperanza, a crítica, a reflexión… Hai cousas desagradables que están aí, coma os naufraxios, ou un tema que me interesa moito que son os meniños considerados “raros”... E quen me ía dicir a min, despois de quedar prendado de ‘Marinero en Tierra’, que ía acabar escribindo unha triloxía sobre o mar e gañando o Premio Nacional, coma Alberti con este libro que tanto me influíu. A poesía acabou sendo para min, de feito, unha forma de vida. Fun deixando a narrativa un pouco máis de lado para centrarme na poesía.


En ‘Bicos e non balas’, o seu último poemario publicado -antoloxía de poemas, en realidade- fala moito da pobreza ou da guerra desde a perspectiva da infancia. Di Juan Carlos Martín no limiar que vostede escribe pola xustiza social, pola igualdade, pola solidariedade e polo respecto á diferenza. Identifícase con esa definición da súa poesía?


Nos meus poemarios, que son uns 25 polo menos, sempre considerei que debía incluír algúns poemas que saísen do aspecto lúdico e que puidesen ter relecturas…. Eu tiven dúas paixóns: a docencia e a literatura. E dando aulas en colexios de barrios de Vigo vese moi ben que hai moitos rapaces que viven situacións moi difíciles.
Sempre me preocuparon os rapaces, os seus problemas, e iso levoume tamén a falar das inxustizas que sofren aquí e fóra de aquí: os nenos soldado, por exemplo, que é unha das maiores barbaridades que permite a humanidade. Os nenos sofren pobreza e fame, pero tamén fame afectiva: eu vin nenos abandonados polos pais e polas circunstancias da vida. E penso que a poesía non pode cambiar o mundo, a nivel global, pero no nivel máis próximo, no pequeno mundo que temos arredor, si pode mudar cousas.
E podemos facer unha poesía viva, lúdica, humorística… e que á vez teña un aspecto de crítica social. ‘Bicos e non balas’ fala da paz non só como o oposto á guerra, senón como o contrario da violencia, que adopta moitas formas, e da inxustiza. Fala de situacións reais, deixando lugar para a esperanza. Eu estou en contra da poesía excesivamente amable, simple, feita só para pasar o tempo… Temos que facer poesía para nenos pero non infantilizar os nenos. Non rebaixar a calidade. Ten que ter un valor lúdico e crítico.
                                                           Antonio García Teijeiro, en Vigo © Distrito Xermar / Arquivo AELG

Criticou vostede varias veces esa poesía “facilona”, que banaliza os temas de sempre da literatura… Mais, como creador, non pensou no risco de caer algunha vez vostede mesmo nela?

Esa poesía “facilona” nunca estivo entre os meus intereses. Si que busco que o que fago teña un aspecto lúdico, humorístico… Pero non iso. Eu dou cursos, obradoiros, conferencias… e sempre arrisco cando critico ese tipo de poesía. É verdade que escribín cousas que hoxe non escribiría, pero é que fun evolucionando ao longo dos 30 anos que levo, como é normal. Mais, aínda ollando os meus primeiros libros, non creo que haxa unha poesía infantilizante. E o que me tranquiliza é que sempre tentei ser honesto, coherente co que pensaba e dicía. Se o conseguín ou non, xa non me corresponde dicilo a min. Pero, cos meus acertos e os meus erros, sempre tiven obsesión por facer poesía que perdurase no interese, no gusto das persoas, que non fose poesía de ocasión.
Cunqueiro aconsellárame xa que escribise continuamente se non quería ser un escritor de ocasión. E, cando boto a vista atrás, hai cousas que me gustan e cousas que non -de feito, non me gusta relerme porque son moi crítico comigo mesmo, e se releo comezo a pensar todo o que cambiaría- pero estou orgulloso de ter sido coherente co meu propio discurso. Nunca quixen facer poesía para vender. Aínda que, mira, por exemplo, ‘Na fogueira dos versos’, que é do 1996 e gañara o Premio Merlín, segue a venderse agora. Perdurou, segue a interesar.


Fala de Alberti, de Cunqueiro… Hai moito diálogo con outros autores nos seus libros, e sobre todo naqueles nos que o presenta de xeito máis directo, como en ‘Na fogueira dos versos’, precisamente, ou en ‘Lueiro de papel’.
Cando nos encontros dos que falaba antes me preguntan cal é a base da miña escrita eu digo que hai tres factores. Un é a propia vida, porque a literatura é vida. Alberti dicía que hai que ser poeta na rúa, tendo os ollos abertos ao mundo. O segundo factor son os libros e o terceiro é a música. Sen a poesía e a música non podería vivir. Son un lector ávido, impenitente. E escribín moitos poemas a partir do que me transmitían outros poetas. Uns versos, unhas estrofas... que me permiten dinamizar a miña escrita establecendo un diálogo con outros autores. A poesía é diálogo con outros autores e cos lectores. Non se pode ser un bo escritor sen ler moito.
Cando comecei a escribir, con 14 ou 15 anos, o que facía non era realmente poesía: eran berros. Daquela, no franquismo, vivía de costas á poesía, que era tabú. Eu escribía porque precisaba expresarme. Eran berros de liberdade, de ganas de romper coa realidade. Foi a partir de comezar a ler literatura, primeiro en castelán e despois en galego, cando empecei a descubrir o que é a poesía. E desde entón nunca deixei de ler. Nin de establecer un diálogo con outros autores, a partir da súa influencia en min, que primeiro era íntimo e despois se volveu un diálogo en alto, público. O diálogo é fundamental para min. Teño, de feito, un libro feito en diálogo coa poesía de Lorca que vai saír agora.


Citou algunha vez, precisamente, a Lorca como referente para escribir poesía para nenos. A súa poesía popular, as súas imaxes, a súa rítmica, a súa frescura… E di sempre que a poesía para a rapazada debe ter musicalidade, ritmo, boas imaxes… Ten outros referentes, que non son só, aínda que tamén, claro, da literatura galega, aínda tendo a súa voz propia. Cales son? E, por certo, como sabe un cando é un bo lector?

Eu comecei a ler en castelán antes ca en galego. O meu primeiro referente foi a literatura popular. A literatura de tradición oral sempre está aí, co seu aspecto lúdico, de frescura, de viveza… Paco Ibáñez musicou uns poemas meus de ‘Paseniño, Paseniño’ e leva un poema meu por todo o mundo, feito do que estou moi orgulloso.
Cando eu lle daba as grazas polo que fixo el dicíame que grazas a min, que a miña poesía levaba implícita a musicalidade. Pois esta musicalidade vén da poesía popular. E despois están todos os outros referentes: non podo esquecer a Lorca, coa súa poesía extraordinaria, nin a Manuel María ou a Alberti. El e outros poetas influíron moito en min mais, si, como dis, o obxectivo é sempre ter unha voz propia.
Lorca escribe unhas imaxes extraordinarias cun léxico moi normal: é moi directo, moi lúdico… Está cheo de luz, de cor, de música… Como lector son exixente comigo mesmo. Non me conformo coa literatura fácil. Hai autores aos que che custa chegar, pero logo chegas e está moi ben. E un bo lector fai ese esforzo e despois ten a recompensa da satisfacción de entender, de chegar a onde quería.

                                             Ilustración de Marcos Viso nunha reedición de 'Paseniño, Paseniño' © Xerais


Cita moito a Celso Emilio Ferreiro, fixo algunha antoloxía da súa obra... E supoño que o seu discurso sobre o aspecto social da súa poesía terá que ver con el. 


Celso Emilio sostivo unha loita moi forte contra a inxustiza. E eu tiven a sorte de convivir con Moraima, o cal me axudou a entendelo mellor. Celso foi, si, un dos poetas que me sacudiron. Pasoume con Celso, con Blas de Otero, con Gabriel Celaya… Como dicía antes, comecei a entender o que era a poesía ao lelos a eles e a outros autores. A miña formación fora en castelán, e con Celso uníanme outras cousas, como unha poesía social moi vencellada á cuestión do idioma e da situación de Galicia. Celso Emilio axudoume a entender cousas. Tentei aprender da súa forza, das súas imaxes… a chegar a un xeito de expresión que non fosen só berros de xustiza a liberdade.
Eu formárame de costas á historia de Galicia, sen coñecer a poesía galega… Na miña xeración roubáronnos Galicia, o idioma, a cultura, a historia… Só nos falaban dunha Galicia folclórica. E a min doíame esa desnaturalización de Galicia, tiña un conflito entre o que era e o que quería ser, aquilo que precisaba berrar. Celso Emilio foi o elemento que precisaba para darlle ese toque social á miña poesía…


Nos versos que vostede escribe para nenos hai procura dunha linguaxe directa, sinxela. Non demasiadas figuras literarias: algunhas imaxes, metáforas… E unha métrica clásica, moitas veces. 

A métrica clásica é fundamental: non somos máis modernos e innovadores por afastarnos dela. Pero nos últimos poemarios meus tamén hai moito poema que non rima, que non ten métrica… O que procuro é, como dixen, a reflexión, e tamén a beleza, pero sen demasiado ornamento. Vivimos nun mundo de fealdade. E a beleza está nun solpor, nun mar enfurecido… Hai que ter sensibilidade para vela.
A min non me interesa o aspecto pedagóxico e didáctico da literatura, pero si tento non ser escuro e buscar o camiño do fermoso. Pódese romper a métrica, a rima, a medida, e ir a conceptos vitais… Hai distintas maneiras de facer poesía e todos vamos evolucionando. Eu levo xa moitos anos e tento facer cousas diferentes, non repetirme. Cando me deron o Premio Nacional unha das cousas que valoraron foi a riqueza léxica, que non implica ter que usar palabras complicadas. A sinxeleza é fundamental.


Unha das críticas fundamentais que recibe a LIX galega, e supoño que máis a da súa xeración, é precisamente a de ser didáctica. Non é difícil, en efecto, ver didáctica nela. E non sei por que esa necesidade de desmarcarse tanto da didáctica, mentres sexa sobre todo poesía. Se cadra o relevante é se ten calidade ou non e non se é didáctica. 

O que eu tento evitar é unha poesía ao servizo da didáctica. Mais que a LIX teña un fondo didáctico é inevitable. Se queres levar á reflexión… Pero trátase de que o lector non sinta que lle estás ensinando, senón que el mesmo chegue ás súas conclusións, que chegue á reflexión dun xeito natural. Se estou falando de nenos que o pasan mal o que escribo vai ter seguramente un aspecto didáctico, queira ou non. Mais a cuestión é que o obxectivo fundamental sexa a poesía en si, e non que os nenos aprendan. O obxectivo é que sintan, pensen, desfruten… que medren con ela. Os poemas teñen que ter, sobre todo, valor literario, valor estético. É dicir, non facer poesía “para”. A literatura é arte e a arte debe prevalecer.
Algo que repite tamén moito é a importancia de acadar unha poesía que emocione. Mais, por emocionar, tamén pode emocionar unha película mala. Que emoción busca vostede?

A poesía ten un factor emocional moi grande. O que busco é que, nun determinado momento, os poemas provoquen a calor necesaria para que nos sacudan por dentro, para que toquen as nosas fibras sensibles. Hai poesía fría, á que lle falta a calor necesaria para acariñar internamente os sentimentos das persoas. Cunha palabra ben escollida, coa contención necesaria, pódese tentar conseguir iso. A palabra ten que tocar no noso interior, temos que sentila dentro. Temos que buscar a beleza das palabras, das imaxes. É dificil explicalo. Eu leo a Miguel Hernández, ou a Rosalía de Castro, e sinto esa calor. Miguel Hernández é capaz de expresar algo que me conmove, con autenticidade e sen pretensións lacrimóxenas. Hai nel autenticidade, cunha palabra non impostada, que me chega dentro. Une o sentimento e a escolla da palabra axeitada…


Saíu xa varias veces o tema da música. Ten vostede unha enorme colección de discos… E varios dos seus libros teñen moito que ver coa música. Con Bob Dylan, por exemplo. 


Foi a primeira ferramenta que tiven para romper co que non me gustaba. A aparición dos Beatles, por exemplo, coa súa actitude ante a realidade, foi algo moi importante para a nosa xeración. Despois os Rolling Stones, despois Bob Dylan… Eu tentei aprender inglés para entender a Bob Dylan… Mais eu entrei realmente na poesía a través dos poemas musicados. Paco Ibáñez, Joan Manuel Serrat… Así coñecín a Miguel Hernández, a Blas, a Celaya, a Valente… Agora para escribir escoito música clásica ou jazz. Mais gústame o rock, o blues… Toda a música que me sacude interiormente. Son un melómano, sen ser un experto en música. E supoño que toda esa influencia tamén se mete na miña literatura, na miña procura da musicalidade… Pero é algo inconsciente.



Cando vostede e os outros autores a autoras da súa xeración comezan a publicar case non había nada para nenos e nenas… Eran mestres e escribían para a escola… 

 Os meus primeiros poemarios foron ‘Coplas’, ‘Nenos’ e ‘Aloumiños’, do 1988. Despois publiquei ‘A chave dos soños’, a miña primeira obra de narrativa. Carlos Casares, que era outro referente para min, dixera que lle encantara… Entón estabamos con Árbore, que levabamos entre María Victoria Moreno, David Otero e eu. Mais si, naquel tempo eramos todos mestres: Agustín Fernández Paz, Xabier P. Docampo, Paco Martín, Helena Villar, Fina Casalderrey… e outros.
Procurabamos unha literatura que nos gustase a nós e aos rapaces. Foi unha época moi ilusionante, na que faciamos unha literatura que non había e que se precisaba nas aulas. Pouco máis había que ‘Memorias dun neno labrego’, o que fixera Manuel María… Ademais estabamos moi pendentes da LIX que se facía en Europa: Roald Dahl, Christine Nöstlinger, Gianni Rodari… Estábanse publicando cousas moi innovadoras. E nós liamos moitos literatura, didáctica da literatura… Estabamos conectados cos movementos de renovación pedagóxica. Tiñamos moita ilusión e era unha maneira de facer país. E penso que a literatura de hoxe lle debe moito a eses comezos pedagóxicos e literarios.


Outra das críticas habituais cara a LIX é que se publica demasiado. Cousas de pouca calidade ás veces, que poden afastar os rapaces da literatura. Supoño que pasa -o de publicar quizais de máis- como en calquera outra literatura…

 Si, claro, coma en todos os sitios. Hai quen di que da cantidade sae a calidade, e eu non sei se si ou se non. Mais eu penso que si lles falta criterio a algúns docentes para saber cal é a boa literatura e cal é a literatura facilona. E non vale facer caso do que di o comercial. Hai moita comodidade, dentro das lecturas que se prescriben, e moito descoñecemento. Hai literatura infantil e xuvenil de calidade e outra que non a ten, pero a literatura tampouco é allea ao negocio. Haberá libros que sobran, e non digo que non sobren unha parte dos meus se cadra. Pero si que penso que falta formación. Non entendo que en Maxisterio non exista unha materia de literatura infantil e xuvenil. Ao final, o que aprenden é debido á vontade dalgúns profesores e profesoras coma Blanca Roig…
Mais non pode ser que os mestres non lean, que vivan de costas á literatura. Eu atopei xente que non coñecía a Rodari, por exemplo…, que estudaba para ser mestre de Primaria. Tería que haber unha estrutura seria, con bibliotecarios que fosen dinamizadores dos centros, cuns mestres que coñecesen os clásicos… E si que hai moito conformismo e comodidade á hora de prescribir libros. E eu non serei o mellor poeta do mundo, pero si fixen un esforzo moi grande por levar a poesía a todos os sitios. Cada vez hai máis mestres e mestras que se preocupan de ler e ter formación, moitas veces pouco valorados nos seus centros… E eu supoño que algo contribuín a isto, cos meus obradoiros, nos encontros de bibliotecas escolares…

Algo do que se fala moito, pola contra, é da repercusión da nosa LIX fóra de Galicia. Os Premios Nacionais, as inclusións no IBBY e en White Ravens…

Si, claro. Eu gañara o Premio Pier Paolo Vergerio no 1998, por ‘Na fogueira dos versos’, antes de gañar o Premio Nacional de Literatura Infantil e Xuvenil. Que fose un libro en galego produciume moita satisfacción. E ter lido nas Universidade de Padua, en galego, con aquel silencio, aquel agarimo… Temos os Premios Nacionais, o IBBY, o White Ravens, os Lazarillo… Moitos recoñecementos. Hai un grupo de persoas que se están tomando en serio isto, que seguen a tradición dos grandes da LIX galega coma Agustín Fernández Paz ou todos os que antes citaba… É unha literatura moi valorada fóra de Galicia. 


Mais, sendo comprensible por ser unha literatura nunha lingua minorizada, tantas veces desprezada, ás veces tanto discurso sobre o bos que somos e sobre a explosión da LIX soa a inseguridade, a complexo… Quero dicir, que se cadra a nosa poesía, en xeral, non só a infantil, non é peor ca outras, pero tampouco mellor. É unha máis, dentro das literaturas en linguas minorizadas, con obras de maior e peor calidade. 

 Eu creo que temos que valorar a nosa literatura e que non temos nada que envexar. Pero non digo que sexa mellor. Nin mellor nin peor, quero dicir. Sexa unha lingua minorizada ou non, porque en todas as literaturas hai obras mellores e peores. Mais si que é certo que durante moito tempo houbo moitos prexuízos… E si estou de acordo en que non ten sentido andar a facer competicións. Nin dicir que somos os mellores do mundo nin acomplexarnos. Hai boa e mala literatura como en todos os sitios. Só que nós comezamos a normalizar, estamos aínda en proceso. Hai de todo e non todo é marabilloso. Houbo unha explosión da LIX e iso si é real, pero non esquezamos que segue demasiado vencellada á escola. Se desaparece a prescrición da escola, a LIX caería en picado. Hai que ser realistas e cautos. Facémolo ben, pero non somos o centro do mundo.