viernes, 31 de marzo de 2017

DARDO POÉTICO (XLIV) Juan Carlos Martín Ramos reivindica nun artigo intelixente a poesía infantil de Gloria Fuertes no seu centenario





Quienes desde hace muchos años conocemos profundamente y disfrutamos de su poesía en su conjunto, no tenemos ningún problema para reconocer en toda su obra a la misma poeta, la misma voz, la misma fuerza y claridad en sus palabras.

Isto di nun momento deste texto espectacular o gran poeta Juan Carlos Martín Ramos, referíndose a Gloria Fuertes. Porque Martín Ramos está canso, como outros moitos o estamos, de que se infravalore a poesía desta muller auténtica, agora que se celebra o centenario do seu nacemento.
   
Juan Carlos Martín Ramos
     Aparecen artigos. Celébranse mesas redondas. Edítanse e reedítanse libros de Gloria Fuertes. Algúns prólogos (ex. Luis A. de Villena que a omite) ou textos ignoran sen rodeos esa parte da súa poesía (tan importante!!), agochándoa, como se non existise, como se fose unha vergonza falar dela, para intentar –din eles- reivindicar a súa poesía para os adultos, a “poesía verdadeira”.
     
Gloria Fuertes

     E todo isto é, sen ningunha dúbida, traizoar a obra de Gloria Fuertes e arremeter con descaro (e desvergonza) contra a poesía, boa poesía, que se fai pensando nos nenos e nenas. Persoas que descoñecen a LIX que se fai e que están decote coa escopeta preparada para disparar. Unha mágoa.

     Juan Carlos Martín Ramos, como a meirande parte dos poetas que xa temos algunha idade, bebeu na poesía de Gloria Fuertes entre outras persoas que fixeron e fan versos de calidade. Os que así non o entenden son uns mediocres por moito nome que teñan. Son uns ignorantes que non merecen seren tidos en conta.

   En fin, que tedes, deseguido, un texto magnífico. Un texto claro, argumentado e ilustrado con fermosos poemas. Un texto para reforzarnos a obra de Gloria Fuertes –coas luces e as sombras dunha persoa que nalgún momento da súa vida se converteu en personaxe- e, ao tempo, deixar razóns para amar a poesía pensada nos nenos con respecto e agarimo.

     E un agasallo final: tras o artigo, un vídeo no que Juan e Lurdes cantan unha canción que eles compuxeron dedicada a Gloria Fuertes, unha " poeta de garda" tan necesaria.







Y AHORA QUE CELEBRAMOS SU CENTENARIO,
¿GLORIA FUERTES CONTRA GLORIA FUERTES?


                                                                                                                              
                                                                                                                                      JUAN CARLOS MARTÍN RAMOS



Algunos autores no sobreviven a la celebración oficial de su centenario. O, dicho de otra forma, la celebración oficial de su centenario ha servido en ocasiones para enterrar definitivamente a algún que otro autor.

Durante un tiempo son expuestos en el escaparate, aireados en ambientes académicos y palaciegos, agasajados con largos discursos, grandes exposiciones e inasequibles ediciones de lujoso tomo y lomo.

Pero, al apagarse las luces de la fiesta, al desinterés y a la desconfianza que habitualmente despierta cualquier fenómeno cultural en nuestro país se une el hartazgo, el aburrimiento, el repelús, la invisibilidad, el silencio.

Este no va a ser el caso del centenario de Gloria Fuertes. O, dicho de otra forma, Gloria Fuertes va a sobrevivir a la celebración de su centenario brillando con luz propia, a salvo de las tracas y los fuegos “artioficiales”.

Su centenario tiene la peculiaridad de que lo estamos celebrando sin que nadie nos marque el paso, sin hoja de ruta oficial, sin portadas de periódico ni avances de noticiarios.

Lo celebramos sus lectores de forma íntima, a título particular. Lo celebran las bibliotecas, los colegios, las librerías, algunas editoriales que han refrescado la tinta de sus versos, contadas instituciones culturales y algunos meritorios ayuntamientos que la van a hacer protagonista de sus ferias del libro o de algún rincón de su callejero. Y, por supuesto, lo celebra la Fundación que lleva su nombre.



Pero no, en este caso no hay convocatoria oficial, el ministro del ramo no va a tener que consultar la wikipedia para hablar en público sobre una tal Gloria Fuertes que nació hace cien años “a los dos días de edad”.

La celebración de este centenario va a ir creciendo de forma natural, a la medida de nuestra sensibilidad, de la emoción que nos produce la lectura de la poesía de esta autora irrepetible. Va a crecer con raíces profundas, fortaleciendo lentamente sus ramas, poblándose de frutos y pájaros hasta convertirse en un árbol inmenso donde, bajo su sombra, seguirán brotando las amapolas de la poesía.

Sin duda, uno de nuestros principales objetivos al celebrar este centenario debe ser reivindicar lo que algunos llaman la poesía “para adultos” de Gloria Fuertes. La expresión “justicia poética” adquiere en este caso su significado más claro y verdadero.

Gloria Fuertes es una poeta comprometida con la poesía, con el mundo, con su tiempo, con ella misma. Es rebelde, independiente, original, inclasificable, ingeniosa, provocadora, incisiva, transgresora. Su obra es poesía en estado puro, descarnada, apasionada, emocionante. Y es intolerable que no se conozca y se valore como merece el conjunto de su obra poética.




Pero, llegados a este punto, quiero dar un toque de atención y, ¿por qué no decirlo en sentido figurado?, una colleja a quienes, reivindicando apasionadamente la poesía “para adultos” de Gloria Fuertes, cometen la torpeza -por prejuicio, por desconocimiento o no sé si por algo más- de menospreciar su poesía “para niños” e incluso culpabilizarla de la invisibilidad del resto de su obra.

Tales afirmaciones he podido leer en algunos artículos y prólogos y he podido además escuchar, sin dar crédito a lo que estaba escuchando, al mismísimo presentador del acto inaugural del “Centenario Gloria Fuertes”, celebrado en el Ateneo de Madrid.

Al menos quienes amamos la obra de Gloria Fuertes deberíamos estar de acuerdo en que estos comentarios son especialmente inaceptables e injustos. 



Sus libros de poesía y en general sus obras dirigidas a la infancia provocaron en su momento una saludable sacudida en los cimientos de la literatura infantil y juvenil en España. Aportaron una liberadora ráfaga de aire fresco, un tono diferente y atrevido, temas novedosos, personajes disparatados y lenguaraces. Propusieron una nueva forma de dirigirse a los  lectores más jóvenes y a los que aún no leían. Gloria Fuertes hablaba a la altura de la mirada de los niños, como siempre habla a la altura de la mirada del lector al que se dirige: con el máximo respeto, con la mayor cercanía, sin más señuelos que su imaginación, su humor y su ternura.

Pero ¿los niños y las niñas de hoy leen a Gloria Fuertes?

Dejo en el aire la pregunta, pero tengo la sensación de que cada vez menos y de que, igual que es necesario reivindicar su poesía “para adultos”, en la actualidad es también urgente reivindicar su poesía “para niños”.

Sospecho que, en realidad, los comentarios desdeñosos a los que me he referido no son una mera opinión sobre la poesía para niños de Gloria Fuertes, sino que reflejan un hecho mucho más amplio, más profundo y más siniestro: el menosprecio con que en ciertos ámbitos (círculos académicos, cenáculos literarios, medios de comunicación...) se habla de la literatura infantil y juvenil, de sus autores y obras, ¡y no digamos si se trata de poesía!

Gloria Fuertes no estaría de acuerdo en que enfrentásemos una parte de su poesía contra la otra. Si bien es cierto que en un poema dice: Escribo para niños para comer. / Escribo para mayores para vivir, también dijo, entre otras muchas cosas con el mismo sentido y la misma intención: No es todo hacer poesía para el pueblo, sino un pueblo para la poesía. Por eso escribo para el niño y para el adolescente, que pronto serán ese nuevo pueblo decente.



Es cierto que sus continuas apariciones en programas infantiles de televisión (¡qué privilegio para aquellos niños y niñas que merendaban a la misma hora ante el televisor!) y el perfil del personaje público que ella misma contribuyó a crear de sí misma, pudieron en cierta medida “eclipsar” -término que ha triunfado entre quienes reducen a la mínima expresión el valor literario de su obra infantil- el resto de su obra. Pero, seamos serios, ¿cuántos poetas españoles disfrutan en vida de un amplio reconocimiento y popularidad? ¿Cuántos dedos de una sola mano nos sobrarían al hacer la cuenta?

Pudo influir. Pero ¿qué influyó más? ¿Escribir para niños o la falta de interés general y de aprecio oficial por la poesía?

                                   Ni siquiera el Alcalde de Berceo
                                   ha leído de Berceo.
                                   No engañaros.
                                   Ningún pobre de América del Norte,
                                   ningún minero
                                   ha leído a Walt Whitman.
                                   Ningún compañero,
                                   ningún campesino,
                                   ningún obrero,
                                   ha leído a Blas de Otero.

¿Influyó más ser considerada “la poeta de los niños” o el hecho de ser mujer y poeta (que no “poetisa”, como ella se encargaba de aclarar)?

                                   Trabajo en un periódico,
                                   pude ser secretaria del jefe
                                   y sólo soy mujer de la limpieza.
                                   Sé escribir, pero en mi pueblo
                            no dejan escribir a las mujeres.                                                                                     
                                   
                                                   *
                                   Maletilla de las letras
                                   por los caminos de España:
                                   sin hacer auto-stop a los catedráticos,
                                   ni a los coches oficiales
                                   ni a las revistan que pagan...
                                   -sólo a los camioneros y a las tascas-;
                                   … y no me dieron ninguna oportunidad
                                   por ser nieta de puta y basta.

¿Cuál de estas dos cosas influyó más? ¿Escribir rimas sencillas y divertidas o escribir versos con grandes cargas de profundidad?                       

Es obligatorio silenciar que hay tumultos
                                   porque pueden  echarte del trabajo,
                                   y si cantas verdades la celda te preparan
                                               *
                                   La estatua del dictador
                                   murió ahogada.
                                   Sólo las gaviotas la echaron de menos.
                                               *
                                   Nunca vi claro lo del clero,
                                   ni siquiera de niña en el colegio
                                   cuando te lo crees todo.
                                              
¿Qué silenció o ensombreció más una parte fundamental de su obra, que nos contara el paseíto de don Pato y don Pito o su manera de mirar el mundo, de entender la vida, de vivir el amor, de concebir la poesía, y ponerlo en claro -al margen de modas, escuelas y corrientes- para que todo el mundo lo entendiera?
                       
                                   Cuando por primera vez en este mundo
                                   el hombre cure el dolor del hombre,
                                   y tenga libro el hombre, el pobre hombre,
                                   y la virtud valga de algo,
                                   yo escribiré canciones a la rosa
                                               *
                                   Hay pocas
                                   pero hay ovejas negras.
                                   Yo soy una de ellas.
                                               *
                                   Lamer la piel de quien amas,
                                   lamer el plato,
                                   pegar sellos:
                                   usemos la lengua para todo menos para herir.
                                               *
                                   Escribo para niños,
                                   para peces,
                                   para rameras honradas...
                                   para ti.

Quienes desde hace muchos años conocemos profundamente y disfrutamos de su poesía en su conjunto, no tenemos ningún problema para reconocer en toda su obra a la misma poeta, la misma voz, la misma fuerza y claridad en sus palabras.




Somos capaces de leer:

                                   Vivía en una casa
                              con dos ventanas de verdad y las otras dos                                                                                                           pintadas en la fachada.
           
                                   Aquellas ventanas pintadas fueron mi primer dolor.
                                   Palpaba las paredes del pasillo,
                                   intentando encontrar las ventanas por dentro.
                                    Toda mi infancia la pasé con el deseo
                                   de asomarme para ver lo que se veía
                                   desde aquellas ventanas que no existieron.

Y de leer a continuación:

                                   Una noche muy oscura,
                                   el Lunes fue a ver al Martes
                                   para preguntarle por el Miércoles;
                                   el Martes dijo que se lo preguntara al Jueves.
                                   El Jueves dijo: -¡No sé!
                               Por allí se acerca el Viernes con el Sábado                                                                                         también.
                                   ¡Buscamos al Miércoles!
                                   ¿Le habéis visto antes?
                                   - Preguntádselo al Jueves
                                   que le tiene delante.
                                   Y cuando todos lo buscaban en la noche,
                                   llegó el día tan campante.
                                              
Y no sentimos la necesidad de preguntarnos: ¿Es poesía para niños? ¿Es poesía para adultos?

Leemos y, sin preguntar, obtenemos la respuesta: Es, sencillamente, poesía.



Celebremos, pues, el centenario de nuestra querida Gloria, pero hagámoslo celebrando su poesía, sin apellidos, sin prejuicios, sin miedo. Hagámoslo por ella. Por nosotros. Por la poesía.

Tal vez sea la única manera de que Gloria Fuertes nos perdone por no hacer caso a lo que nos dejó dicho por escrito:

Con todos mis respetos:
No participo en homenajes póstumos,
no admito eso
de ignorar a los vivos
y atender a los muertos.





Nota final: A modo de íntimo homenaje, hago público para los lectores más curiosos de “Versos e aloumiños” un pequeño audiovisual que ha preparado para la ocasión mi hijo Juan, con canción incluida, grabada en casa en medio de una fiesta de cumpleaños (en este caso, no llegaba a ser un centenario), que muestra las idas y venidas por la cuerda floja de una silueta-funambulista, recortada en cartón, que representa a Gloria Fuertes. La letra es mía y la música está compuesta al alimón por Lurdes López y por un servidor. Lurdes canta y yo hago lo que puedo con la guitarra. Perdonen la mala calidad del sonido, las interferencias son los latidos de nuestro corazón. Copio la letra, por si alguien quiere acompañarnos. ¡Va por Gloria!

                                               GLORIA ES GLORIA
Gloria Fuertes es poeta,
va a la luna en bicicleta,
con un lápiz y un papel
cuenta todo lo que sueña.

Gloria Fuertes es poeta,
siempre tiene una receta,
cura al triste con humor,
con un verso te alimenta.
Gloria, Gloria es
la poeta que quiso
ser.
Gloria, Gloria es
la poeta que quiero
leer.

Gloria Fuertes es poeta,
cabra sola y sin cadena,
libre como un ruiseñor
cuando canta en primavera.

Gloria Fuertes es poeta,
la guardiana del planeta,
lleva escrito en un cartel:
“Prohibido hacer la guerra”.

Gloria, Gloria es...
Gloria Fuertes es poeta,
da la cara sin careta,
dice toda su verdad,
habla claro y da en la tecla.

Entre nubes y glorietas,
va a la luna en bicicleta,
¿rueda o vuela?, no lo sé,
Gloria es Gloria, y es poeta.


Gloria, Gloria es...








miércoles, 29 de marzo de 2017

REMUÍÑO DE LIBROS (18) "Carlos Casares. Vida e literatura", de Damián Villalaín






TÍTULO: Carlos Casares. Vida e literatura.

AUTOR: Damián Villalaín.

Edicións Xerais.   COLECCIÓN: Merlín.



Edicións Xerais da man do escritor, xornalista, crítico teatral e editor, Damián Villalaín achégalle ao lectorado preadolescente (a partir dos once anos) este interesante libro divulgativo sobre a vida, obra e personalidade de Carlos Casares, autor homenaxeado das Letras Galegas deste ano.

          O feito de que o autor fose amigo e colaborador de Carlos Casares, dálle ao libro unha esencia persoal de respecto e agarimo, que non reflicte unha simple sucesión de datos, senón que provoca que o lector, a medida que vai lendo, realice un percorrido cronolóxico vital e profesional dunha das figuras senlleiras da cultura e literatura galegas do século xx.
 
Damián Villalaín
     Así coñece a súa infancia na Limia, tan importante para a creación de personaxes e ambientes literarios. A súa estancia no Seminario de Ourense, onde descubrirá a súa vocación literaria; a amizade con Vicente Risco, que o axudará a entender mellor os demais; os anos universitarios en Santiago de Compostela e a súa relación con Ramón Piñeiro e o galeguismo; a publicación do primeiro libro “Vento ferido”; a presenza de Kristina Berg, tan importante na súa vida… até chegar ao Parlamento Galego, a director de Galaxia e a Presidente do Consello da Cultura Galega. Ao longo dos nove capítulos que integran o libro, ademais de dous apéndices (cronoloxía e obras principais), o autor debulla información xunto con declaracións transcritas do propio Casares e fotos que acompañan as diferentes etapas.
 
Carlos Casares
     Esta estrutura apoiada nun léxico claro e nunha prosa fluída atrae a atención de calquera lector que queira coñecer o que representa a figura de Carlos Casares dentro da nosa historia cultural. Libro altamente recomendado para o ensino.

                                                                                            ALBA PIÑEIRO

lunes, 27 de marzo de 2017

ESCAPARATE POÉTICO (XCIX) Fran Alonso






                                               FRAN  ALONSO  (Vigo, 1963)




A chuvia ergueu
un vento de combate e parte
das mesas descansan recollidas,
tapizando a terraza
coa decadente desorde
do inverno (ausente).
Non obstante,
as poucas mesas disponibles
Fran Alonso
están ocupadas; todas menos
unha, na que sento.
Contra as miñas preferencias,
estou situado na parte inferior,
practicamente enriba da rúa e non
me prace este lugar, tan próximo
aos peóns e os coches,
aínda que circulen
con frecuencia aceptable.
As nubes teñen dentes grandes
e negros, pouco cepillados, e
ensínanos a xeito de ameaza.
Rosmo porque hoxe
non podo observar os clientes da terraza,
que están ás miñas costas.
En cambio desde aquí ispo
elefantes, que agardan impacientes
na parada do autobús e que,
á súa vez, cravan en min as súas pupilas,
sinalándome coas trompas
enormes.
Hoxe podo ver o número dos autobuses
(pasa o 9 A, Urzáiz- Pi i Margall),
pero apenas vexo o mar e , definitivamente,
perdín a miña posición de atalaia.
Síntome cego porque vexo
o que non quero.
Privado de asexar a xente
que senta na terraza, elaboro
o pensamento de entretempo;
por exemplo, matino que as persoas
que pasan deben ser reticentes
a castigar no fondo do armario
a roupa estival
e os que viaxan no autobús
(agora pasa o 15 A, Universidade)
observan a vida con estúpida
expresión de circunstancias
a través dos cristais.
E mentres escribo
este poema nun caderno
-tan próximo aos viandantes-
a xente crava en min
a súa mirada cando pasa:
a escrita non deixa de ser
un exercicio exótico
nunha sociedade que muda
de pel e está en carne viva.
Por iso o poema
que escribo
me delata
tan perigosamente.




Cinco adolescentes sentadas
nunha mesa moven os dedos
sobre os móbiles
coma se movesen os fíos das súas vidas.
Se cadra, a vida é para elas
unha tecla que se pulsa
cun tempo
de permanencia, que
rescinde –aínda que
lles pareza indefinido-,
mentres os gatos desta rúa
lles lamben as mans, infatigables.
Con cada dedo pulsan en voz alta
esa alegría inconsciente,
tan contaxiosa,
daqueles que están a espertar
a unha vida
que os atorda.
A adolescencia debe ser,
en realidade,
unha mensaxe equivocada e
sen destinatario
do futuro que está por vir.
E nunca o porvir foi tan incerto
como cando pulsas ás cegas
unha tecla tras outra, sen que
a idade che permita
atender demasiado ás teclas
que pulsas.
Apenas falan. Só comentan
as contestacións
do WhatsApp ou un fío parvo
das redes sociais que as fai rir.
Será por iso polo que,
no fondo,
me dan envexa.
Como molaría agora renovar
a vida pulsando algunhas
deses teclas sen destino!






                   (…)
Un vello pecha os ollos apoiado
contra o respaldo da cadeira,
alleo ao que acontece, pero
cun aquel de espreita
indisimulada.
Unha muller de mediana idade,
á súa beira, le a prensa
e trátao de vostede.
Apenas intercambian dúas ou tres
palabras e cando o fan
ela aproveita para preguntarlle
calquera cousa, coma se apenas
Fran Alonso con Iolanda Zúñiga na presentación en Vigo
o coñecese e de súpeto
se interesase por el.
Transcorridos uns minutos
o home propón
írense e ela incorpórase, disposta
ao que el decida.
No rostro dela adiviño o perfil
dunha coidadora de ocasos,
esa muller solícita cumprindo
a súa xornada laboral.
Ao erguérense el amárraselle
ao brazo coa desesperación dun náufrago
no medio do inferno
e avanza ás tentas mentres
se lle abanea o corpo ao vaivén
dos tempos idos.
No intre de pagar,
el é quen saca os cartos
do peto, o que me ratifica
no meu prognóstico social.
              (…)




(Do libro Terraza, editado por Edicións Xerais. 2017)