viernes, 25 de septiembre de 2015

LOS BEATLES CON TONY SHERIDAN EN HAMBURGO, 1961

Si hubo un grupo que, desde una edad bien temprana, me inoculó mi pasión por la música, sin duda fueron los Beatles, y aunque mis intereses musicales estén centrados principalmente en el jazz, siento un enorme cariño por el cuarteto liverpooliano y regreso siempre a sus discos periódicamente. Ya sé que esto no es nada nuevo, que comparto esa misma experiencia con millones de personas en el mundo, pero eso no merma la importancia que dicha experiencia tuvo para mí. Desde muy pequeño comencé a devorar los discos de los Beatles, en un primer momento los oficiales, pero pronto también las rarezas encontradas en álbumes piratas que no siempre eran fáciles de conseguir: las grabaciones caseras de un grupo rupestre de skiffle llamado The Quarrymen, la colección de maquetas para Decca que la compañía rechazó, las tomas alternativas que no fueron publicadas oficialmente hasta que tanto los Beatles como EMI se dieron cuenta de su viabilidad comercial y editaron los tres volúmenes de Anthology, algunos conciertos en los que la música casi no se puede escuchar debido a los gritos de los fans, etc. Y, por supuesto, también las sesiones junto a Tony Sheridan de las que me dispongo a hablar hoy, tras haberlas escuchado y reescuchado incontables veces en las últimas semanas.


Tony Sheridan en el escenario
Se trata de una serie de grabaciones que John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Pete Best (Ringo Starr aún no formaba parte de la banda en estos primeros tiempos) realizaron como grupo de acompañamiento del rockero Tony Sheridan, compañero habitual de las noches de excesos e interminables jam sessions en clubes de dudosa reputación de la ciudad de Hamburgo. Originalmente grabados para el sello Polydor, aunque editados y reeditados hasta la saciedad, estos temas fueron producidos en 1961 por el inimitable Bert Kaempfert, compositor, entre otras cosas, de clásicos del easy listening como "Wonderland by Night" y del éxito de Frank Sinatra "Strangers in the Night". Es difícil considerarlos realmente como cortes de los Beatles: el grupo aparece estrictamente como banda de acompañamiento de Sheridan, excepto en dos temas, una versión en clave de rock del standard "Ain't She Sweet" con la parte vocal a cargo de John, y un interesante instrumental al estilo de los Shadows titulado, por si había alguna duda, "Cry for a Shadow", que pasará a la historia por ser la única colaboración entre John y George grabada por los Beatles.


El productor y compositor alemán Bert Kaempfert
En el resto de las canciones, Tony Sheridan es la voz principal y los Beatles se limitan a acompañarlo, generalmente de forma correcta, sin más, y a veces se encargan también de los coros. En total, los de Liverpool acompañan a Sheridan en seis canciones: una buena versión de "When the Saints Go Marching In"; la balada "Why (Can't You Love Me Again)"; un blues que suena más bien a pop titulado "If You Love Me, Baby" (a veces editado también como "Take Out Some Insurance on Me, Baby"); una muy interesante versión del clásico del jazz "Sweet Georgia Brown" en cuya letra Sheridan introduce referencias a Liverpool; la muy sentimental "Nobody's Child", que Sheridan probablemente conocería a través de la versión de Lonnie Donegan y que los Traveling Wilburys grabarían décadas después; y la revisión rockera del tema tradicional "My Bonnie", sin duda una de las mejores canciones que salieron de estas sesiones. En todas las piezas, la voz de Sheridan acusa la influencia de Elvis Presley, aunque da la sensación que el vocalista se siente un tanto inhibido en el estudio, sobre todo si tenemos en cuenta la imagen de rockero de energía arrolladora que se había ganado en los tugurios de Hamburgo.





Edición en forma de caja de la Bear Family
El disco que aquí presento, uno de los muchos que han comercializado estas grabaciones, incluye también temas en los que Tony Sheridan está acompañado por los Beat Brothers, su banda habitual, que, pese al nombre elegido, no debe confundirse con los Beatles, ya que las sesiones junto a los Beat Brothers tuvieron lugar en 1962 y 1963, cuando los cuatro de Liverpool, ya con Ringo en lugar de Best, estaban iniciando su escalada al estrellato internacional. En estas canciones ("What'd I Say", "Let's Dance", "Ruby Baby", "Ready Teddy", "Ya Ya" y "Kansas City"), en las que no aparecen los Beatles, escuchamos a un Sheridan mucho más desinhibido, un artista mucho más completo, lo cual puede atribuirse tanto a la frescura del acompañamiento como a su mayor experiencia en el estudio. Es una verdadera pena que no sea fácil encontrar más grabaciones de Sheridan en solitario, pues no hay duda de que era un rockero de mucho talento que no quedó más que en promesa, y cuyo nombre estará siempre inevitablemente ligado al de los Beatles, con quienes, sin embargo, nunca llegaría a colaborar nunca más con posterioridad a estas sesiones en Alemania. Quien desee tener las sesiones completas, con tomas alternativas y versiones en estéreo y mono, puede optar por la edición más costosa, publicada en forma de caja por el sello alemán Bear Family, que se titula Beatles Bop - Hamburg Days y que, pese a su precio, es verdaderamente recomendable.


Los Beatles en escena en Hamburgo, con Stu Sutcliffe al bajo y Pete Best a la batería

                                                    ANTÓN GARCÍA-FERNÁNDEZ