Dos microrrelatos de Antonio García Teijeiro, escritos originalmente en gallego y contenidos en su libro Palabras envoltas en cancións (Vigo: Galaxia, 2000)
LA DANZA DEL SILENCIO
¿Por qué están esas mujeres bailando solas?
¿Por qué tienen los ojos tristes?
STING
Y la mujer tenía los ojos tristes, muy tristes. Y bailaba sola una danza sin música, sin ritmo, sin sonidos.
Un baile de color negro --ni siquiera gris-- como es el color de los muertos, de los desaparecidos. Un baile con la rabia, con la angustia tallada en su cara. Ella sola intentando gritar Libertad sobre el rostro de aquellos que hicieron invisibles a sus seres queridos. Y Sting, con sus palabras mojadas, va marcando para ella la única forma de protesta permitida: El silencio. Y ella baila y baila susurrando con una voz tan apagada como demoledora. Es la voz de los que piden justicia dejando lejos el miedo. Y todos bailamos con ella.
ANTONIO GARCÍA TEIJEIRO
TRISTEZA DE PAYASO
Dejando las manchas del maquillaje y las lágrimas
de un payaso
DIRE STRAITS
Siempre había escuchado que los payasos eran personas tristes que hacen reír. Ella siempre reía con los payasos. Amaba a los payasos, sus colores, su maquillaje, su vestimenta. Ella nunca había creído en la tristeza de los payasos. Le parecía imposible esa afirmación. Un día, estando en el circo, un payaso la llamó para que lo ayudase a terminar su número. Ella se levantó nerviosa y se dirigió a la pista. Despacio, pero decidida, se acercó a él. Cuando estuvo cerca, le pasó la mano por la cara. Él quedó paralizado. La niña notó la humedad en sus dedos y cerró los ojos. Sudor, dijo para sí, y sin más, le dio un beso en el rostro pintado por esas sonrisas tristes en las que ella no quería creer.
ANTONIO GARCÍA TEIJEIRO