martes, 18 de octubre de 2016

"LO QUE SENTÍ CUANDO LLEGUÉ A LA OBRA DE BOB DYLAN" según Javier Ruiz


Bob Dylan

Javier Ruiz é unha persoa chea de inquietudes. Está atento a todo o que ocorre  ao seu redor, que teña relación coa cultura principalmente.
     
     Javier Ruiz é músico. Leva a música no máis fondo, loita por ela e non descansa ata pulir todo o que fai neste eido. Porque Javi Ruiz é un magnífico guitarrista, líder no seu momento do grupo Trestrece e un extraordinario letrista. Foxe do fácil, pero é quen de artellar cancións cun alto contido poético que lles dan valor literario sen deixar de comunicar.
     Pois a Javi Ruiz (que así o chamamos os amigos), pediulle Versos e aloumiños a súa opinión sobre o polémico Nobel concedido a Bob Dylan. Queriamos saber o sentir dun home novo, con criterio, arredor deste galardón.
     
Javier Ruiz Muñoz
     El, moi xenerosamente, non o dubidou e aceptou o ofrecemento.
     Velaquí as súas palabras sobre este feito histórico para todos aqueles e aquelas que amamos fondamente a música e a poesía.

     Moitas grazas, Javi, por ter accedido a escribir para o noso blog-revista.

Bob Dylan


        LO QUE SENTÍ CUANDO COMENCÉ A BUCEAR EN LA OBRA DE BOB DYLAN

                                                                                                      Javier Ruiz Muñoz

Cuando miro atrás, parece que la figura de Bob Dylan ha estado acompañándome toda la vida, si bien no fue hasta hace unos años, a raíz de conocer a un gran amigo, cuando empecé a bucear en su obra, descubriendo sus fascinantes y diferentes etapas y llegando por fin a verle actuar en directo.

      Sus canciones están tan arraigadas en la cultura popular que mi sensación, cuando pienso en él, es la de un pariente lejano, del que oyes hablar en infinitas ocasiones, pero con el que nunca has llegado a conversar en persona.

     Sus historias llegan en forma de canciones. Canciones que hablan de la vida, de la muerte, del amor y de héroes legendarios.
     
     Gracias a su séquito de evangelistas, (desde Andrés Calamaro hasta su propio hijo Jakob), conocía bien a Dylan incluso antes de haberlo escuchado. 

     Aunque mi primer recuerdo de estar en contacto con su música es escuchar “Hurricane” (aún no sé si en la radio o en el propio álbum que poseían mis padres) fue a través de la versión de “Knockin’ on Heaven’s Door” que hicieron  Guns n´Roses en los años  90, lo que me llevó a prestar atención a sus textos, con los que la banda angelina quería rendir tributo al entonces fallecido Freddy Mercury.


     Esta semana, con el anuncio de su más que merecido Premio Nobel de Literatura, estamos de enhorabuena no solo los seguidores de Dylan, sino los amantes de la música en general, ya que se reconoce el valor narrativo de la música, las historias subyacentes que, detrás de himnos generacionales como “The Times They Are A-Changin’”, “All Along the Watchtower” (que popularizó el increíble Jimi Hendrix, confesando en su momento que fue la voz rota de Dylan la que le animó a cantar y, gracias a esa historia, a mí a hacerlo después) o la propia “Hurricane”, se encuentran historias, retales de la vida vivida con el nacimiento de la contracultura en los años sesenta y que se prolongan no solo hasta el día de hoy, sino hasta donde la imaginación alcanza. Creo que no hay arma más poderosa que la palabra puesta en manos del que sabe proyectarla y usar su mente como una paleta de infinitas tonalidades.
 
Bob Dylan visita a Rubin Carter na cadea
     Un buen amigo me dijo una vez “no te fíes de un músico al que no le gustan los Beatles”. Hoy, creo que podemos abiertamente decir “no te fíes de un escritor al que no le guste Bob Dylan”.
     Celebremos.