martes, 5 de marzo de 2024

A LUZ DAS PALABRAS (94) María Rosa Serdio


 


Volve María Rosa Serdio a Versos e aloumiños. Un, que a coñece dende hai ben tempo, sabe da súa paixón pola literatura (en especial pola poesía). Sabe da súa dedicación a ela dende diferentes enfoques da súa vida.

María Rosa Serdio é o exemplo de dignidade docente e literaria.

Lembro os encontros na súa Asturias natal coma un modelo do que debe ser o contacto entre lectorado e autor/a: reflexivo, respectuoso, indo ao fondo da obra, participativo e máxico. Inesquecibles eses actos que ela dirixía e que remataban en amizade persoal.

María Rosa Serdio

Pero tanta semente tiña que dar o seu froito e María Rosa decidiu poñer en papel os seus sentimentos e as súas virtudes literarias a través da palabra escrita. Afortunadamente.

Hoxe é unha poeta moi admirada por persoas de diversas procedencias culturais e, xa que logo, por min.

Lela é unha delicia.

De aí, que Versos e aloumiños lle pedise algún texto poético para esta sección tan interesante polas persoas que colaboraron a través dos anos.

Ela, que sempre foi moi xenerosa, non o dubidou e agasallounos cuns fermosos poemas que podedes ler deseguido.

Grazas, poeta, por deixarnos estas magníficas mostras da túa arte.

Este blog-revista quérete por mil razóns.


                                     TRES POEMAS DE MARÍA ROSA SERDIO


ENTRE TANTO... la espera

 

¿Quién te enseña a esperar?

¿Quién te dijo, en un día de ayer,

que en el de mañana,

se dedicará el tiempo

a aprender el arte de la espera?

Te van dejando ir.

Te enseñan Geografía,

te corrigen las faltas,

aprenderás idiomas

(medias lenguas de gato)

te iniciarás en artes,

en la esgrima, en el canto,

calcularás en problemas inútiles

y sin importancia...para la vida.

¡Nadie te enseñará,

conscientemente,

a escuchar los pasos del reloj,

a medir el silencio,

a sopesar el para más tarde,

ni a callar escuchándolo todo...!

Nadie quiere enseñarte a esperar

porque saben que, de todos ellos,

alguno ha de apagar la luz...

Y cerrar la puerta.




RONDA DE PAZ

 

 Una y una...dos.

Uno y uno...más.

¡Vámonos al parque!

Vamos a jugar.

Dos y dos... ¡Ven tú!

Vamos a cantar.

Cuatro y otros cuatro

y, así, una coral.

Uno y uno... amor

y no importarán

la raza, el color,

la lengua, el lugar.

Mano en mano... ¡Ven!

Vamos a rondar

y que gire el mundo

como ha de girar.

 

 

 

  

 

LABOR EN PAZ

 

  Las manos del panadero

que amasan el pan diario

van trazando los senderos

A poeta, dedicando un seu libro
de paz en el calendario.

De miga blanca y espuma,

bajo una luna de nata,

navega hoy el marinero

un mar de paz de hojalata.

El campesino que labra

su surco de tierra abierta

precisa de paz y espigas

bajo la naciente estrella.

Mujeres, las que han soñado

con manos que abren senderos,

quieren hoy, también mañana

paz y pan, ola y luceros.

Y tú, niña de ojos sabios,

y tú, niño, el hombre nuevo

llevad la PAZ en las manos

blandid la paz y los versos.