Cesáreo Martín de Vega presenta o acto |
Foi un acto fermoso, moi fermoso. Estaba encadrado dentro das “VI Jornades de Poesia i Il-lustració” que se celebraron ao longo do mes de novembro na Biblioteca Azorín, de Alacante.
Cun gran traballo de Cesáreo Martín de
Vega, estas xornadas acadaron unha brillantez extraordinaria.
Un xoves de novembro tivo lugar un acto ao
que fomos convidados Juan Carlos Martín Ramos e mais eu para falar de
poesía, de Versos e viceversos e do que se referise á lírica nas escolas
e fóra delas.
O acto, presentado por Cesáreo, foi
maxistralmente conducido pola prestixiosa poeta, nacida en Aspe, Nieves García
García. Unha delicia.
Nieves García García conduce o acto |
Todo fluíu dun xeito case máxico.
Conversa animada e chea de paixón pola palabra poética. Conversa trufada de
poemas e de anécdotas que alegraron aos asistentes.
Non podía faltar para pechar,
dende logo, a voz preciosa de Lurdes López que engaiolou o público, pola
fermosura das cancións e a expresividade da interpretación. Juan Carlos coa
guitarra e eu lendo algúns versos dos temas completamos unha actuación
marabillosa desta muller que converte en arte todo o que toca.
Lurdes López en plena actuación |
O acto foi gravado coas
cancións incluídas, que podedes escoitar. Mais Versos e aloumiños
non quixo perder a oportunidade de pedirlle á condutora do acto un texto sobre
o acontecido.
Nieves García García,
xenerosa como poucas, escribiu estas liñas que ides ler deseguido. Como todo o
que fai, unha alfaia literaria.
Grazas a todos e a todas por
participaren nunha xornada emotiva arredor da poesía nestes tempos de
inmundicia.
Intervén Juan Carlos Martín Ramos |
Diálogos de un triángulo poético casi
equilátero
¿Se
puede conocer a una persona sin llegar a conocerla en persona?
Nieves García García |
Gracias
a la intervención del colectivo de literatura infantil y juvenil
“¡Qué viene el lobo!”, junto con el apoyo de la biblioteca Azorín de Alicante y
la editorial IGLÚ, se ha podido conseguir un sueño hecho realidad, que converjan
un poeta del norte, otro del sur junto a una poeta del este, y se
reunieran delante de una ventana junto al mar, tan solo pronunciando estas tres
palabas mágicas: Versos y
viceversos, un
bellísimo poemario a dos voces que tiene como protagonistas a Antonio García
Teijeiro y a Juan Carlos Martín Ramos.
Y comenzamos este viaje poético
haciendo una parada por estos dos poemas que, en mi opinión, dicen mucho de sus
autores. Se trata de “El Vendedor de versos”,
de Antonio García Teijeiro, y “El
titiritero”, de Juan Carlos Martín Ramos. Dicen así:
Con mil nubes de canela El titiritero tiene
y tormentas de algodón dos manos pero mil
voces
pienso un verso una
vida pero mil
escribo cuatro cuentos
que sólo él conoce….
tacho mil y vendo dos…
Alrededor de los mismos iniciamos
una conversación a tres sobre la dificultad
de saber cuando un poema está completo y listo para volar o se ha de quedar en la maleta hasta que al
fin consiga sus alas, si es que las consigue. Se habló largo y tendido sobre la
búsqueda de la sencillez, de las palabras justas con que expresarlo, pero sin
confundirla con la simpleza. Y que los poemas dirigidos a la infancia han de
acercarse a sus receptores desde el afecto, pero también desde la reflexión y
la honestidad.
Los tres coincidimos en que nuestros poemas persiguen con cierto afán una
melodía, una cadencia, que nos dirige hacia la musicalidad interna de las
palabras. Y, también, que somos hijos de
la tradición oral, y haber bebido de
ella les aporta a nuestros versos esa
frescura tan necesaria en la poesía para niños. Aunque, más tarde o más
temprano, cada uno debe de seguir ese camino que le lleve a encontrar su voz
propia.
Sabemos que a veces cuesta abrir las
puertas a la poesía en las escuelas porque se piensa que a
los niños no les gusta. Pero nuestra experiencia como trasmisores de la palabra
nos indica que no hay nada más erróneo, según nuestra unánime opinión. Si se
trata de un poema tal y como hemos expresado con anterioridad, de seguro que
les gustará, siempre que venga
acompañado de la emoción del adulto que lo trasmite. Por eso la importancia del
mediador o mediadora en este proceso, comentaba Antonio (¿o era Juan Carlos?). Contar
y cantar, leer en voz alta, jugar con los ritmos y las rimas, es un buen inicio
para apropiarse del hecho poético, nos decía Juan Carlos (¿ o era Antonio?), en
un dialogo mutuo difícil de separar los mensajes de estos dos poetas con un
pensamiento tan claro y común sobre la importancia de la poesía en las primeras
edades.
A continuación, Juan Carlos nos
invitó a jugar con un hermoso poema donde nos explica que la poesía no es algo alejado de la vida sino que
se suele dar en la cotidianidad de
nuestros quehaceres diarios. Solo se necesita poner la mirada en otra dirección.
Antonio se dirigió a las maestras con una emotiva carta donde las animaba a
recuperar las palabras en voz alta para conseguir que volvamos al disfrute de
compartir emociones e imágenes a partir de las mismas, comenzando por las
canciones de tradición oral para seguir de la mano de la poesía de autor.
Y poco a poco llegamos hasta ese
mundo poético compartido a dos voces como son Versos y viceversos, donde el gran poeta Antonio Rubio les nombra malabaristas
de versos y artesanos de la palabra. Un poemario que comienza, como no puede ser de
otra manera, con un mar que une todas
las orillas, un mar de versos que une sus manos para un proyecto común .Un mar
que acaricia, pintado en unos ojos, y un
mar cercano que se pasea por la casa del poeta. ¿Será la casa de Antonio? No me
extrañaría, porque dialoga con él día sí y día también. Y me hablaron largo y
tendido de ese mar, donde se asomaba otro poeta andaluz conocido y admirado por
ambos, para después seguir con esos sueños
que se abren y otros mundos que se despiertan.
Versos y viceversos de una misma maleta, donde Antonio escribe agujas
y dedales para coser versos y recoger manantiales, mientras Juan Carlos escucha
una caracola, que, cómo no, guarda todas las historias habidas y por haber. Y
las suyas, también, contadas en muchas ocasiones a través de sus personajes con
forma de muñecos de trapo y de cartón.
Así, puntada a puntada, se va
tejiendo ese constante intercambio de voz, donde también hablamos de ausencias, de los
que se van y de aquellos que nos obligan a marcharnos. Y el dolor que nos
acompaña. Cuánto dolor hay también en ese mar que tenemos frente a nosotros.
Cuánto dolor en sus orillas. Y de eso también conversan los poetas. La poesía
como compromiso social.
Y llegó por fin la gran sorpresa de la noche: poder escuchar
esos Versos y viceversos en la cálida
voz de Lurdes, acompañada a la guitarra por Juan Carlos y el verso en galego de
Antonio. Así que corté mi cuerda titiritera para disfrutar de este gran regalo, sintiendo ese mar todavía más
cercano, a uno y otro lado del ventanal. Y es que, como dice Juan Carlos (¿o
será Antonio?), en casa del poeta, el mar pasa por debajo de su puerta.
Y cuando no está en casa el poeta… canta un pájaro su ausencia.
Nieves
García García