JULIO RODRÍGUEZ
(Oviedo, 1971)
PROXIMIDAD
A LA CATÁSTROFE
Uno
escucha caer
la
lluvia, uno presiente,
trago
a trago,
el
húmedo desfile de los días.
Julio Rodríguez |
Uno
asume la lluvia, y se desdice,
y
exagera, y cuenta que llueve,
y
por eso uno huye, uno cede, uno tensa,
sin
esperar respuesta,
la
cuerda de su soledad.
Por
si esto fuera poco, uno amanece
lluvia,
se acuesta
lluvia,
uno
cuenta que llueve.
Uno
escucha caer
la
lluvia, uno lo siente,
trago
a trago lo siente,
golpe
a golpe,
y
por eso uno tiende a evaporarse.
LOS
PIES FRÍOS
6:07,
inalterable,
el
insomnio me estrecha en su silencio
áspero,
roído, rígido
como
el cráneo de un muerto.
No
me dejes caer en la emboscada,
no
me dejes en manos de esta brusca
soledad.
Da la vuelta
en
la cama, refuérzame,
rodéame
el desvelo con los brazos,
asedia
mi vigilia con tu sueño.
pon
tu cuerpo en mi cuerpo,
pon
tus pies en los míos,
toma
mi lado de la cama y, luego,
acéchame,
acorrálame,
aprisióname
y,
antes de irte, manda
al
exilio a este insomnio de pies fríos.
PROCLAMA
No
se entreguen, poetas,
no
caigan en el tedio, no renuncien,
no
bajen la cabeza.
Hagan
que todo salte por los aires.
UN
CÍRCULO PERFECTO
A
pesar del cuidado que ponemos
para
que se conserve en buen estado,
quien
algún día venga
siguiendo
nuestro rastro
encontrará
tan sólo
un
puñado de tierra
revuelta
donde un día dibujamos
entre
los dos un círculo perfecto.
(Del
libro Naranjas cada vez que te levantas,
editado por Visor Libros, 2008. IV
Premio de poesía Emilio Alarcos).