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jueves, 21 de abril de 2016

CATAVENTO DE POEMAS INFANTÍS (XLVIII) Juan Carlos Martín Ramos (2)






JUAN CARLOS MARTÍN RAMOS  (Belmez, Córdoba. 1959)





VIVO DENTRO DE UN TEATRO
tan pequeño, tan pequeño
que aquí se pueden tocar
las estrellas con los dedos.
Juan Carlos Martín Ramos
Los caminos son muy cortos.
Cuando salgo, ya regreso,
cuando doy la vuelta al mundo
me despido: “¡Ahora vuelvo!”.

No hay sitio para fronteras,
para banderas al viento.
Aquí todo lo que pasa
no es historia, es un cuento.

El teatro donde vivo
es pequeño, tan pequeño
que hay que mirarse a los ojos
para verse desde lejos.



ME GUSTA ESPIAR AL PÚBLICO
por un pequeño agujero,
saber la cara que pone,
si sonríe o está serio.

Desde la primera fila
los niños gritan y aplauden,
pero un poco más atrás
hay quien calla o se distrae.

A veces me he preguntado
si afuera todo es lo mismo,
si hay quien da su corazón
y quien lo deja en su sitio.

Consulto al titiritero:
“Di, ¿de qué pasta estáis hechos?”.
Pero él no sabe o no quiere
revelarme su secreto.



CHACOLÍ

Cuando el público le llama,
sale veloz Chacolí
con su estaca justiciera,
por si acaso y porque sí.

“¡ Haya paz en el teatro!”,
dice nada más salir,
y a estacazos pacifistas
se llega al final feliz.

Ilustración de Federico Delicado
Es un héroe enamorado,
su corazón late a mil,
cuando lucha con el Ogro
le calienta la nariz.

Su cabeza de madera
no está llena de serrín,
tiene grandes ideales
y fantasías sin fin.

Cuando los niños le llaman
sale feliz Chacolí,
no sólo porque le llamen,
sale porque él es así.


DON CRISTÓBAL

Juan Carlos y Lurdes López, con el premio.

Don Cristóbal es un títere
deslenguado y bravucón,
va a buscar su cachiporra
cuando le dicen que no.

Don Cristóbal es un títere
desvergonzado y glotón,
en su panza cabe el mundo
y la luna alrededor.

Don Cristóbal es un títere
botarate y cabezón,
piensa poco lo que dice
y, si lo piensa, peor.



(Del libro Mundinovi, editado por Faktoría K. 2016. “Premio Ciudad de Orihuela de Poesía para Niños” 2015).