El cantante neoyorkino Tony Bennett se ha pasado toda una vida en la intersección entre el jazz y el pop, ese lugar tan fructífero desde el que ha forjado una carrera impresionante que alcanza ya las seis décadas. Y si, pese a sus altibajos y a los diversos problemas por los que se ha visto obligado a atravesar ocasionalmente, la carrera de Bennett ha sido siempre tan satisfactoria, es en gran medida porque ha estado impregnada de jazz, un estilo que ama y entiende a la perfección. No en vano ha cantado, entre muchos otros, junto a grandes como Bill Evans, Count Basie, Zoot Sims, Art Blakey o Al Cohn. Tras el reciente fallecimiento de su pianista habitual, el a veces infravalorado Ralph Sharon, y después del enorme éxito comercial de su disco con Lady Gaga, a quien le une una fuerte amistad, Bennett acaba de publicar un nuevo álbum, en tándem con el excelente pianista Bill Charlap.
El disco en cuestión, que salió a la venta a finales de septiembre, se titula The Silver Lining: The Songs of Jerome Kern, y representa un regreso a un terreno ya bien hollado por Bennett: el del jazz y los standards del Great American Songbook. Es un terreno en el que, además, se encuentra perfectamente a gusto a sus 89 años, casi cuatro décadas después de sus legendarias (y altamente recomendables) sesiones junto a Bill Evans, que inevitablemente vienen a nuestra mente al escuchar este nuevo álbum. Las canciones de Jerome Kern (1885-1945), un compositor de formación clásica que entendía muy bien los ritmos del jazz, son vehículos perfectos para Bennett, que sabe exprimir al máximo el sentido de las letras y jugar sutilmente con las hermosas melodías escritas por Kern. Bennett siempre ha sentido un enorme cariño por los standards, y siempre se ha asegurado de incluirlos en sus discos y actuaciones en directo, ayudando así a difundirlos y preservarlos, tal y como hicieron otros cantantes ilustres, como Ella Fitzgerald o Frank Sinatra. Esta colección de canciones de Kern nos recuerda no sólo el buen momento de forma en el que se halla Bennett, sino también la gran calidad de las creaciones de este compositor, famoso tanto en Broadway como en Hollywood, y artífice de magníficos musicales como el ya legendario Show Boat.
Si bien es cierto que es difícil sustituir a Ralph Sharon, el acompañamiento de Bill Charlap es idóneo: tan sutil como la voz de Bennett, mezclando a partes iguales el swing y la emoción contenida. El resultado es un disco absolutamente intimista que uno debe escuchar con atención porque todo lo que hay en él es interesante y sorprendente; es una de esas obras que uno aprecia más cuanto más las escucha. Pese a que el intimismo sea la tónica, el disco presenta una notable variedad en cuanto a la instrumentación. Algunos de los temas son simplemente dúos entre Bennett y Charlap al piano ("All the Things You Are", "Make Believe", "The Way You Look Tonight"), pero en otros, la esposa de Charlap, Renee Rosnes, se une al dúo y lo que tenemos es un magnífico trío de voz y dos pianos muy bien conjuntados ("Look for the Silver Lining", "Long Ago and Far Away", "The Last Time I Saw Paris", "The Song Is You"). En otros cortes, el trío de Charlap, con Peter Washington al contrabajo y Kenny Washington a la batería (estos dos no tienen relación familiar alguna, por cierto), acompaña a Bennett de una manera también muy eficiente ("Dearly Beloved", "I Won't Dance", "I'm Old Fashioned", "Nobody Else But Me", "Pick Yourself Up", "They Didn't Believe Me", "Yesterdays"). El resultado es un disco para escuchar a media luz, agarrado a las notas del piano y a las palabras que canta Bennett con esa voz empapada de experiencia y sabiduría y que, como los buenos vinos, adquiere un sabor mejor y más complejo con el paso de los años.
ANTÓN GARCÍA-FERNÁNDEZ
El disco en cuestión, que salió a la venta a finales de septiembre, se titula The Silver Lining: The Songs of Jerome Kern, y representa un regreso a un terreno ya bien hollado por Bennett: el del jazz y los standards del Great American Songbook. Es un terreno en el que, además, se encuentra perfectamente a gusto a sus 89 años, casi cuatro décadas después de sus legendarias (y altamente recomendables) sesiones junto a Bill Evans, que inevitablemente vienen a nuestra mente al escuchar este nuevo álbum. Las canciones de Jerome Kern (1885-1945), un compositor de formación clásica que entendía muy bien los ritmos del jazz, son vehículos perfectos para Bennett, que sabe exprimir al máximo el sentido de las letras y jugar sutilmente con las hermosas melodías escritas por Kern. Bennett siempre ha sentido un enorme cariño por los standards, y siempre se ha asegurado de incluirlos en sus discos y actuaciones en directo, ayudando así a difundirlos y preservarlos, tal y como hicieron otros cantantes ilustres, como Ella Fitzgerald o Frank Sinatra. Esta colección de canciones de Kern nos recuerda no sólo el buen momento de forma en el que se halla Bennett, sino también la gran calidad de las creaciones de este compositor, famoso tanto en Broadway como en Hollywood, y artífice de magníficos musicales como el ya legendario Show Boat.
Renee Rosnes y Bill Charlap |
ANTÓN GARCÍA-FERNÁNDEZ