Revolotea alrededor de mi espacio y juega en su cielo riendo.
Llora, pide, corre, vuela.
Tierna, evanescente, cariñosa.
Y muchas otras cosas.
Mientras esto sucede, yo escribo este poema para ella:
LA LUNA SE SIENTA CON LIBBY
Está la luna sentada
con la niña en una silla.
Están tejiendo las dos
sueños de luz amarilla.
Sueños de marfil.
Sueños de amapola.
Son sueños añil.
Sueños de vainilla.
Son sueños de mar.
Son sueños de nata.
Sueños de cristal.
Sueña que te sueña
sueños dibujados,
la niña se duerme
con sueños dorados.
Está la luna sentada
con la niña en una silla.
La niña cerró sus ojos.
Duerme feliz y tranquila.
ANTONIO GARCÍA TEIJEIRO