Falar de Carlos Fernández é un acto de xustiza.
Leva ben anos dirixindo (e facendo todo) a revista oficial dos Adictos a Deep
Purple, Hush, unha publicación
modélica que nos fala de todo o universo “purple”, algo que resulta interesante
e necesario, polo que estes músicos aportaron á historia da música.
Carlos é unha desas persoas, ás que é
imposible non querer. De exquisita formación, melómano, agradable, agarimoso,
honesto, comprometido, Carlos Fernández continúa superando retos persoais ao
redor da cultura.
Desta volta, escribe un libro único: “Deep Purple Made in Japan: El directo que
cambió la historia del rock”, que publica Quarentena Ediciones. E digo que é único porque non había nada
escrito sobre este mítico disco que tanto nos fixo gozar as persoas que, coma
min, levamos mergullados na música dende que temos conciencia musical.
Pedímoslle que escribise un artigo para o
noso blog-revista e el, coa xenerosidade que o caracteriza, enviounos un texto de
grande interese sobre o libro, o grupo e sobre o que rodea este universo que
tanto coñece e que tanto ama. Un artigo longo, pero non pesado. Lese con pracer
e abre moitos camiños que debemos coñecer.
Versos
e aloumiños séntese moi feliz de contar coa colaboración de Carlos
Fernández.
Grazas e parabéns, amigo.
“Deep Purple Made in Japan:
El Directo que cambio la historia del rock”
(Carlos
Fernández, Quarentena Ediciones, 2014)
Antes
de nada me gustaría agradecer a Antonio García Teijeiro la oportunidad que me
ha brindado para, en este magnífico blog del que disfruto leyendo tantos
excelentes artículos y firmantes, poder escribir sobre el primer libro que se
edita en el mundo sobre el seminal e histórico disco “Made in Japan” (1972,
Deep Purple). Música para oídos exigentes, canciones que se transmiten de generación
en generación y que ahora podemos leer mientras escuchamos su música.
Deep
Purple, la púrpura profunda 45 años en la cima del éxito. Grupo inglés creado
en 1968, explotaron al mundo en los primeros años 70 manteniendo una legión de
fans e influyendo a músicos de todo el mundo a partir de entonces. Músicos
inconformistas, creadores de un nuevo estilo musical lo dejaron por agotamiento
tras la muerte del llorado Tommy Bolin a los veinticinco años; para luego
volver en 1984 y dar un golpe de autoridad en la superflua década del vídeo que
mató a la radio con el aclamado y millonario en ventas “Perfect Strangers”
firmado por la formación clásica conocida como el Mark 2, o sea,
Blackmore-Gillan-Lord-Paice-Glover. En la actualidad siguen, a sus años, colocando
discos en listas y llenando recintos con miles de gargantas; a pesar del
fallecimiento de Jon Lord y el abandono de Ritchie Blackmore ellos siguen
adelante con Ian Gillan, Roger Glover e Ian Paice acompañados por Steve Morse y
Don Airey, ahí es nada, basta ver su currículum. Homenajeados y vitoreados por
otros compañeros de la profesión (desde Stevie Wonder, Mick Jagger, David Bowie
hasta Iron Maiden, Queen o Metallica, la lista sería innumerable), criticados y
atacados por ciertos sectores, vamos a detenernos en un capítulo esencial en la
carrera del grupo, la grabación del disco en directo por antonomasia, “Made in
Japan”, que ha sido objeto de un libro que he tenido el placer de escribir y
que ha editado recientemente Quarentena Ediciones, el primero que se hace en el
mundo con motivo del 42º aniversario de la edición del disco.
Cuando
escribo siempre hago un ejercicio de memoria, retrocedo en el tiempo y me
acuerdo mi adolescencia, cuando descubría grupos, solistas, discos, todo lo que
estaba relacionado con la música me entusiasmaba, las revistas, las charlas
entre amigos, los habituales intercambios de discos y comentarios sobre tal o
cual músico, … y por supuesto, mientras me sumergía en el universo purpleniano
que cuento en el libro, cuantas veces eché la vista atrás, me acordé de muchos
amigos y compañeros de colegios, de mucha vivencias en Vigo, As Neves, Prado
(Nigrán), Isdabe (Estepona), en el Covarrubias de Madrid… de aquellos
guateques, de las chicas que no comprendían aquella música tan fuerte, salir
con el tocadiscos portátil, bajar a la playa con el radiocassete… y como no, de
mi primer vinilo del “Made in Japan” que fue un regalo de Óscar Franco
Fernández, amigo y compañero de pupitre desde los seis años en los Jesuitas de
Vigo, seguidores colchoneros y purplenianos desde temprana edad. Desde 1994
comparto la afición con los estupendos amigos del Club Adictos a Deep Purple.
¿Por
dónde empezar? Eso me pregunté cuando a mediados de abril me senté delante del
ordenador (tras la llamada del editor Pere Homs ofreciéndome escribir el
libro), para intentar contar cómo se gestó un disco que, grabado en 1972,
cambió las estructuras del negocio musical a partir del año 1973 y que se
convertiría en el disco en directo más vendido de la historia.
¿Qué
representó el Made in Japan, un grupo como Deep Purple y los cinco músicos
protagonistas? Una tripleta a la que intento dar respuesta a lo largo de las
páginas de un libro escrito para los amantes de la buena música, pensado para
los adictos a Purple y a los sonidos exigentes, pero también en el que todavía
no se ha acercado lo suficiente a la música del grupo, y por supuesto en los
seguidores del hard & heavy, de la música libre, sin ataduras. Porque
Purple es sinónimo de libertad y dominio instrumental, de largas
improvisaciones, de rendiciones a la música clásica y al mismo tiempo de
canciones directas y electrizantes. Redescubrir y desmenuzar (la historia del
grupo) y un disco que está en millones de hogares fue una reto difícil pero una
tarea apasionante tarea que disfrute al máximo durante los cuarenta y cinco
días que tenía de plazo para entregarlo a la editorial.
El
grupo no quería grabar un disco en directo, al principio se negaron
rotundamente. Aunque en la actualidad nos pueda parecer increíble, en aquellos
años los músicos no querían grabar discos en directo porque era visto como algo
menor, de poca calidad, muestra de falta de creatividad, estaban mejor vistos
los discos en estudio. También se lo jugaban todo a una carta, a una mala noche
o a un error en la grabación que haría perder mucho dinero a la discográfica.
De todas formas existían algunos álbumes en directo (The Who, Humble Pie,
Stones, Allman Brothers…) y, sobre todo, un pujante mercado de discos no
oficiales en vivo, los conocidos como “bootlegs”, discos piratas que se vendían
a miles en el mercado negro. Este factor fue fundamental para el cambio de
opinión del grupo, quienes presionados por la filial japonesa de la todo
poderosa Warner Bross. (la compañía que llevaba al grupo en USA y Canadá, en el
resto del mundo era EMI) finalmente accedieron pero poniendo el grupo sus
propias condiciones que se cuentan en el libro.
Made in
Japan es el título que decidieron sus
autores con fino humor inglés, le pusieron ese nombre porque en aquel tiempo
todos los productos que llegaban de Japón a la Gran Bretaña eran sinónimo de
mala calidad. Una muestra del poco aprecio que el grupo le dio en el momento de
producirse la histórica grabación.
¿Por
qué se afirma que este disco cambió la historia del rock? La industria descubrió al mismo tiempo la
rentabilidad de los discos en directo, comprobando que había millones de
personas que podían comprar discos como éste y además el grupo había abierto un
nuevo mercado (superpoblado): Japón y Oriente. El directo de Purple fue como
una mecha que prendió el fuego, a partir de entonces todos los grupos y las
discográficas empezaron a grabar discos en directo, de cualquier estilo
musical, y si era en Japón y en el Budokan, mejor. Por primera vez un disco en
directo había vendido la friolera de 6 millones de copias en menos de un año,
lo que supuso una revolución en la manera de entender el negocio de la música.
El sonido del doble disco es otro de los puntos fuertes y seña de autenticidad,
porque no tiene trucos, no se ha retocado nada en el estudio. En
el (doble) disco, cada uno de los músicos dará lo mejor de sí y suena tal como
fue grabado, lo que al escucharlo puedes alcanzar la sensación de estar en el
Festival Hall de Osaka y en el Budokan de Tokyo.
En el capítulo “Cifras y Datos” se explica el
fenómeno de ventas en que se convirtió el disco, seguramente el más rentable de
la historia del rock (costó 3000 libras y lleva vendidas varias decenas de
millones de copias), las posiciones en las listas de todo el mundo, etc.,
Las
canciones pertenecen a los álbumes “In Rock” (1970), “Fireball” (1971) y
“Machine Head” (1972) más la versión de B.B.King, uno de sus artistas
favoritos: “Highway Star”, “Child in
Time”, “Smoke On The Water”, “The Mule”, “Strange Kind Of Woman”, “Lazy”,
“Space Truckin´” en la edición normal en su época, pero el grupo interpretó los
bises: “Black Night”, “Lucille” y “Speed King” que han sido reeditados este año
por Universal Music, en varios formatos incluyendo los tres conciertos completos.
La
lucha de egos y las salvajes jams. Cuando los cinco integrantes se subían al
escenario se producía una especie de competición en medio de la espontaneidad,
no en vano ellos se habían curtido viendo a combos de jazz en su juventud,
abrazando aquella libertad sonora y la pasión desgarradora de la música blues.
Encima de un escenario los Purple hacían crecer canciones de estudio de cuatro
minutos hasta interminables jams que siempre buscaban sorprender al público y a
ellos mismos. El grupo siempre declaró que su máxima en directo era no ponerse
límites y que (el directo) era su estado natural ya que se aburrían mucho en
los estudios de grabación. Si Jon Lord hacía un solo vertiginoso con su órgano
Hammond y rendía pleitesía a J.S.Bach, entonces Ritchie Blackmore sacaba fuego
de las cuerdas de su guitarra Fender Stratocaster y recordaba a Beethoven, con
el batería (zurdo) Ian Paice coronándose como el nuevo Buddy Rich del R&R,
con su feeling, rapidez y pegada rítmica que emanaba de su Ludwig, con su fiel
Roger Glover martilleando su bajo Rickenbacker para que todo encajara en su
sitio. La voz de Ian Gillan no ha sido superada en el rock duro, el primer
papel de Jesucristo Superestar fue para su garganta dorada cuando en 1970
interpretó el papel de Jesucristo en el primer disco de Andrew Lloyd Webber/Tim
Rice, y en directo asombraba con sus gritos que llegaban al infinito, modelando
su voz en plan Elvis Presley conoce a Little Richard (sus dos grandes ídolos),
gracias a sus portentosas cuerdas vocales (de pequeño había sido tenor en la
iglesia local de su pueblo). El “sexto purple” es la pieza fundamental en el
sonido del grupo, el ingeniero de sonido Martin Birch, tenía una difícil misión
que siempre sacaba con sobresaliente, tras Purple no le faltó trabajo en el
mundo de las producciones y sacó adelante triunfantes carreras (Rainbow,
Whitesnake), reflotó algunas moribundas como la de Black Sabbath e impulsó el
poderío de Iron Maiden en los 80s.
He
ido desarrollando a lo largo de varios capítulos toda la historia de un grupo
que ha vendido 300 millones de discos a lo largo de su carrera, contando y
explicando la evolución sonora desde el pop y sicodelia teñidos de clasicismo
hasta un rock maduro que se convertiría en leyenda imperecedera. El libro
arranca con una introducción que muestra a las claras el importante papel del
grupo en la escena musical, para luego mostrar la gran influencia de su música
en las nuevas generaciones. Nos acercamos a la escena musical y social en Japón
en aquellos años, antes de empezar a hablar uno a uno de “Los protagonistas”:
Ritchie Blackmore, Jon Lord, Ian Gillan, Roger Glover e Ian Paice. Quienes eran
y de dónde venían los cinco músicos; “Los orígenes de una leyenda” donde se
cuenta la formación del embrión del grupo de la mano de dos mecenas y un músico
inglés de los famosos The Searchers puesto de ácido hasta arriba, contando los
primeros años hasta la ruptura de la primera formación. La inclusión de nuevos
miembros dando una vuelta de tuerca a su sonido, endureciéndolo como nadie lo
había hecho antes, la experiencia sinfónica grabando con una orquesta en el
magno Royal Albert Hall en “Cuando un compositor se cruza con una bola de
fuego”. Poco a poco se va creando una leyenda que logra el cenit de su carrera
cuando llegamos a la antesala de la gira japonesa en el capítulo titulado “Los
antecedentes: un viaje a Montreux” donde se cuenta el incendio durante el
concierto de Frank Zappa que dio origen a la famosa canción “Smoke on the
water”, grabada para el disco “Machine Head” en la localidad suiza que baña el
lago Ginebra en diciembre de 1971; este disco supuso el segundo nº1 consecutivo
en listas inglesas, aupó a Purple definitivamente a la primera división del
rock mundial y de sus canciones se nutriría buena parte de la nueva gira
mundial que, en 1972 recorrería 6 veces los Estados Unidos liderando grandes
arenas y campos de fútbol, produciéndose la primera visita a Japón, país donde
serían venerados hasta la actualidad y que siempre les agradeció que pusieran
el país a la vista de los occidentales. Llegamos al ecuador del libro con “Tres
noches en el país del sol naciente”, donde cuento con todo detalle cómo y por
qué se organizó desarrolló la gira japonesa y se grabó el disco en directo que
sacudiría los cimientos del R&R en los meses posteriores.
A
partir de aquí, el análisis de las canciones, los bises, las cifras, datos,
leyendas que rodearon la historia del grupo, reseñas de prensa, discografía
completa, mis vivencias personales con los Purple, las opiniones de los
protagonistas y de relevantes músicos personas del negocio musical que nos
cuentan de primera mano sus vivencias con el “Made in Japan”, las letras de las
canciones, las fuertes personalidades, el cisma de 1973… todo esto y mucho más
en un libro escrito mientras suenan los acordes de unas canciones atemporales.
El libro consta de 248 páginas y está ilustrado
con muchas fotos (un cuadernillo central de 16 páginas a color, y otras muchas
repartidas por el texto en blanco y negro) de la época, tanto de los músicos y
el grupo, como memorabilia en forma de carteles, entradas de conciertos,
recortes de prensa, etc.,
He tenido el placer de contar en exclusiva con
la participación de Ian Gillan y Roger Glover, desde hace años conozco a los
cinco protagonistas del disco y su participación es de agradecer porque son
músicos muy ocupados que viven en diferentes lugares del mundo, estado
ilocalizables, menos para este atrevido escribiente. En el libro cuento mis
encuentros personales con cada uno de ellos, mis recuerdos de Jon Lord, la
llamada de Ritchie Blackmore desde Japón o la visita a mi casa en Vigo de Ian
Paice, entre otras historias.
No
faltan las jugosas anécdotas y leyendas… el intento de asesinato de Ian Paice,
el encuentro de Hendrix con un jovencísimo Blackmore, las peleas
Clapton-Blackmore y Yes-Purple con explosión del escenario incluida, el disparo
en Japon, las gheisas y la mansión Playboy, las enfermedades que no acabaron
con el grupo, la relación con Al Kooper y Randy California, la creación de Purple Records, las veleidades
sinfónicas de Jon Lord, expulsiones, egos, la cima del éxito (“quienes nos
creemos que somos”) y la fama cuando se extiende la purplemanía ganando
titulares en la prensa mundial, la negativa a editar en single “Smoke on the
water”, las relaciones interpersonales … imposible citarlas todas aquí, he
querido contar variadas y ricas anécdotas para que la lectura sea amena, fácil
y directa.
Purple es un grupo con un abanico musical muy
amplio y para una parte del libro quería contar con las opiniones de gente del
negocio musical, pero escapando del encasillamiento en la escena heavy en la
que a veces injustamente se quiere restringir a un grupo tan rico en matices e
influencias en el jazz, la clásica o el blues como son los Purple. Por ello, me
gustaría destacar el capítulo “¿Qué ha significado el Made in Japan en tu
vida?” donde importantes músicos estatales (Julio Castejón, Javier Vargas,
Eduardo Pinilla, Juan Marquez, Carlos Pina, Los Suaves, Uzzhuaïa, Eldorado,
Niko del Hierro, Sergio Martos, etc.,),
internacionales (Michael Monroe, Steve Hackett, Steve Lukather, Ian
Crichton, Mathias Jabs, Marc Ford, Hogjaw , Saxon, Jonny Kaplan, Johnnie Bolin,
Bonafide, etc.,), de la saga purple
(Glenn Hughes, Bernie Torme, Bobby Rondinelli, Craig Gruber, Mick Cervino,
Simon Robinson boss de la Deep Purple Appreciation Society), locutores,
escritores y periodistas (Jordi Sierra I Fabra, Greg Prato, Joan Singla, Jordi
Bianciotto, César Martín, Mariskal Romero, Pepe Domingo Castaño, Mariano
Muniesa, J.C. Pérez, Salvador Rodriguez), fotógrafos (Ross Halfin), productores
(Gabriel Abril), políticos, mánagers, gente del negocio… cerca de cincuenta
personas que nos cuentan en exclusiva lo que representó en su momento la música
de Deep Purple en sus vidas. Siempre les estaré eternamente agradecido a cada
uno de ellos.
Hace
pocos años, una empresa internacional que se dedica a analizar los fenómenos
musicales de masas y su impacto en ciertas capas de la sociedad, nombró a las
cinco bandas y/o artistas más influyentes de todos los tiempos, y en ese lugar
de privilegio estaba Deep Purple.
Quiero
agradecer la participación desinteresada para el libro, de Fernando Tanxencias
(revista Popular 1, autor del prólogo), Robert Merino (coordinador y gran
amigo), Luis Blanco (autor de un capítulo dedicado a Ian Gillan), a mi dos
amores, mi esposa Majo y mi hija Antía por su apoyo y cariño, al editor Pere
Homs, a todos los lectores y a los posibles compradores, y como no, a este
magnífico blog y sus creadores, por darme la licencia de expresarme.
El “Made In Japan” fue el espaldarazo total
para que el mundo de la música se rindiera a los sonidos que emanaban de estos
magistrales cinco músicos. A muchos de los que amamos la música en sus amplios
estilos, creo que nos gusta empaparnos de las historias de los músicos, de
obras discográficas claves, tanto favoritos como fundamentales de algún género
musical. Espero que el libro sea interesante, la historia convierte al “Made in
Japan” como algo especial para los que amamos la música por su valor de pionero
y por su gran sonido. Como seguramente hacemos muchos, siempre que leo un libro
me gusta estar acompañado de la música de sus protagonistas y de artistas que se
mencionan en sus páginas, me hago una opinión más real de su obra, así me
gustaría recomendar la lectura de este libro. Para entender la génesis y
evolución de la música rock, el “Made in Japan” es un capítulo imprescindible,
por lo que espero que sea una lectura interesante.
Carlos
Fernández (A Neves, Pontevedra 1966)
Autor
del libro “Deep Purple Made in Japan: El Directo que cambió la historia del
rock”
Director
de la revista Hush Magazine (1994/2014)