Páginas

sábado, 29 de junio de 2013

ESCAPARATE POÉTICO (XIX) Francisca Aguirre



FRANCISCA AGUIRRE    (Alicante, 1930)



LA SED

Lo malo es que a mí el agua no me gusta.
Claro que esto no es del todo verdad
hay momentos hay días en que tengo mucha sed
y en esas ocasiones el agua es un alivio.
Pero no es que me guste el agua
lo que sucede es que no soporto la sed.
En cuanto tengo sed no hay quien me pare:
agua y agua y agua es como si quisiera ahogarme.
Y siempre que me meto en esta aventura
acabo recordando los versos de Machado:
Bueno es saber que los vasos
nos sirven para beber;
lo malo es que no sabemos
para qué sirve la sed.

Algo dentro de mí siempre pregunta
¿no existirá algún sitio
                                           donde poder darle las gracias
al maestro?
 




LAS CICATRICES


No puedo recordar
la primera vez que vi el mar
ni puedo recordar
la última vez que vi a mi padre.
Tal vez porque no se pueden recordar
el deslumbramiento del milagro
ni el encuentro con el horror.




MATERNIDAD

Había una vez una niña
que soñaba con ser equilibrista.
Y muchas veces me decía:
                                                  “Mamá yo de mayor
quiero ser equilibrista”.
Pero como todas las niñas
solía cambiar de opinión todos los días.
Y los jueves decidía que quería ser bailarina
                                                                             y los domingos árbol.
Mi hija siempre fue
                                      imaginativa arriesgada y rebelde.
Pero nunca hablaba de escribir
                                                           aunque escribía.
Era de esperar que no quisiese hablar
                                                                       de la guerra que iba a empezar.
Tardó mucho tiempo en hablar de sus palabras.
               En el fondo ha seguido siempre siendo una equilibrista.






(Del libro Historia de una anatomía, editado por Hiperión, 2010)