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jueves, 23 de mayo de 2013

GENEROSIDAD Y CURIOSIDADES

Ejemplar comprado en 1973
La literatura me ha servido, a lo largo de mi vida, para muchísimas cosas que he ido escribiendo en muchísimos artículos. Conocerme mejor, comprender de una manera más auténtica ciertas realidades que se escapan a tu rutina diaria, hacerme más sensible, reforzar y encontrar ideas necesarias para andar por este mundo, conseguir un respeto enorme por las diferentes culturas, ser más solidario, querer más a mis alumnos y a las  personas que te rodean.
También, gracias a la literatura, he llegado a mantener unas relaciones de estrecha amistad con escritores de distintos lugares que me han ido abriendo la puerta para enriquecer mi visión del horizonte literario y socio-cultural.
Y el haber conocido a determinadas personas me llevó a conocer algo muy esencial en el trato con los seres humanos: LA GENEROSIDAD.
Muchos nombres podría yo citar aquí, que han sido GENEROSOS conmigo. Sí, no creáis que exagero, MUCHOS y MUCHAS. Personas que me han abierto la puerta de sus casas, que me han regalado sus libros, que me animaron a seguir escribiendo, que me han dado algunas ilustraciones e, incluso, cuadros.
MUCHOS y MUCHAS que han hablado bien de mí a otros, que han dado mi nombre para determinados eventos, que han estudiado y alabado mi obra y, únicamente, por GENEROSIDAD.

Por eso, una de las virtudes que deseo tener - no seré yo quien afirme que lo he conseguido - es la de la GENEROSIDAD.
En Madrid, con Rafael, el día que lo conocimos. Enero 1986

Yo intento ser GENEROSO. Si otros lo han sido conmigo, ¿cómo no voy a serlo yo?
Si así fuera, yo no sería yo; sería un cínico, un hipócrita. Mi palabra, mis escritos y mis reflexiones carecerían de valor.
Conocer a Rafael Alberti fue uno de los hechos más emocionantes que he vivido en esta vida.
Oírle hablar con naturalidad de Federico, de Jorge, de Pedro... me alucinaba. Estaba hablando de Lorca, de Guillén, de Salinas, como si aún estuviesen vivos.
Sus chistes, su mirada picarona hacia las mujeres, su acento italo-argentino-andaluz, su larga y blanca cabellera me tenían obnubilado.
Escuchar sus recitados de memoria de Góngora, de Quevedo y algún otro, me parecía algo prodigioso.
Fueron diez años de amistad real. Íbamos Susi y yo a Madrid muchas veces.Era un ser excepcional y un gran poeta. Y, ya en el 96, estuvimos en su casa del Puerto de Santa María. Rafael estaba más desgastado por la edad, pero él aún seguía con sus recitados. Impresionante. Allí terminé de escribir un libro especial para mí, Na fogueira dos versos. Nunca podré olvidar a María Asunción Mateo. Acercarme a la vida de Rafael Alberti fue un auténtico privilegio.

Susi y Antonio con Rafael en Princesa  (Madrid) 1986
A Alberti lo conocía mucha gente. Pero su poesía no se leía.
Por eso mantengo que, a lo largo y ancho de toda su obra, hay muchos Albertis y poemarios de auténtica calidad. Lo aseguro y no lo he dudado nunca. Me he leído todos sus libros.
Rafael era un hombre GENEROSO.
Yo jamás le pedí nada. Pero tengo en mi casa, litografías dedicadas, un poema manuscrito en grande, fotografías, carteles firmados, un dibujo hecho mientras comíamos para los niños del colegio,algunas pinturas originales y libros muy curiosos, con dedicatorias muy artísticas.
Repito. En Rafael Alberti brillaba la GENEROSIDAD.

Y hoy quiero poner en esta entrada  dos curiosidades. En el año 1973, compré Marinero en tierra, editada por la mítica, para nosotros, Editorial Losada en su colección Biblioteca clásica y contemporánea. Era la 4ª edición, impresa en Buenos Aires en 1970, cuya primera edición esta misma editorial la publicó en 1945.
Este fue el primer libro que me dedicó. Lo llevé desde Vigo con toda mi ilusión.

Dedicando el ejemplar de "Marinero en tierra". Madrid. 1986


Cubierta y contracubierta de su antología "en la lengua del profeta".

  La segunda curiosidad es un regalo especial: una antología de su poesía en árabe. Algo alucinante.
Él se reía cuando nos la regaló. Decía muy irónicamente: "No entiendo nada..."
Y es que es así. No hay ninguna traducción del título de cada poema. Ni siquiera en el índice. Una joya. Una muestra más de la GENEROSIDAD del poeta gaditano.





Con Susi y Antonio y la dedicatoria de Poesía (en árabe) Julio 1986

  Y estas actitudes se contagian. Después de todo lo vivido, si no soy GENEROSO, por favor, ni me leáis y, los que os crucéis conmigo, no me saludéis.
No lo merecería en ese caso.
Desde hoy comenzaré a fijarme en cuantos me torcéis la cara.
Entonces, rectificaré mi comportamiento.

Dos páginas con poemas en árabe de Rafael Alberti. ¿Cuáles serán?



                                                                                   ANTONIO GARCÍA TEIJEIRO