Enrique
Cordero Seva
Ilustraciones de Ester García
Edelvives. Col. Ala Delta. 2013
Mantengo, desde hace mucho tiempo, que todo
el que quiera escribir en serio ha de ser un buen lector de poesía. La poesía
es el género literario por excelencia. Lo que dice, lo que no dice, el ritmo,
los silencios, la manera de condensar aquello que se quier expresar, el poder
que tiene para que cada lector haga suyo el dicurso poético y consiga llegar a
las profundidades del verso, que son enormes, además de aprender las estructuras
variadas que se utilizan, del lenguaje cuidado y muchas otras facetas que son
patrimonio de lo auténticamente literario.
Enrique Cordero Seva |
Y es necesario que leamos poesía inteligente. Una poesía, con o sin rima,
que nos permita observar de manera original lo que muchos ven como algo no
literario, que emplee los recursos estilísticos de forma apropiada para que los
lectores gocemos. Y que lo hagamos, tanto leyendo, como escuchando los poemas recitados.
No hay edades en la poesía. Cuando un poema
es bueno, está cuidado y llama la atención del lector, irrumpe en su
tranquilidad y lo sacude. Las edades que marcan las editoriales son únicamente
orientativas. Hay que buscar poesía sin adjetivos.
Y esto es lo que ocurre con Enrique Cordero Seva. Hace una poesía inteligente. Enrique es un bibliotecario
que ama los libros y escribe poemas. Poemas de una gran calidad. No es un
desconocido en el panorama poético. Libros como Coplas del dragón desdentado
y otros poemas rimados (2007), Lo que
Noé no se llevó (2008. Premio Luna de
Aire, 2007) entre muchos otros, lo certifican. Desde muy pequeño le encantó
jugar con las palabras. Y bien se nota, porque la propuesta de La
mar chalada es muy ingeniosa.
Aquí, Enrique juega con las palabras con
brillantez. Emplea toda clase de recursos y busca el doble sentido en esa fauna
marina que convierte el poemario en un mar de humor, en fina ironía, lleno de aspectos
lúdicos y de versos que rascan la piel del lector.
En sus páginas conoceremos
al pez-enagua, al merluzo (¿pez o persona?) o al pazguato. Intentaremos resolver
adivinanzas y decir trabalenguas del mar de este estilo: Como un remo / romo / remaba con rabia / un romano rubio / rumbo al mar
de Mármara…
Me
encanta este micropoema marino: Ola con
ola y ola…/ El mar, quién lo diría, /saluda con faltas de ortografía. Sí,
poesía para todas las edades. Los niños gozarán, los adultos entenderán el
espíritu poético que les falta y los enseñantes tienen un magnífico poemario
para acercar la poesía a sus alumnos, perder el miedo y hacer de las aulas una
fiesta poética.
Las ilustraciones de Ester García, muy expresivas, cargadas de
humor y ternura son un magnífico complemento a un poemario de uno de los poetas
para pequeños más interesantes del panorama actual.
ANTONIO GARCÍA TEIJEIRO
(Ilustraciones de Ester García)