Frank Zappa |
Dicir, queridos seguidores de Versos
e aloumiños, que Jesús Oitabén,
Oita, e Jaume Galta son dous auténticos forofos da música. E, ademais,
dicir que de toda a música boa son referentes para compartir con eles conversas
moi atraentes. O seu gusto é exquisito.
Aquí neste blog-revista concordamos cos seus gustos musicais. E a figura
de Frank Zappa, un descoñecido para
as novas xeracións, merece ser salientada, sobre todo se temos en conta unha
certa pobreza musical nestes momentos.
Ninguén mellor que estas dúas persoas, que senten a música no máis fondo
deles, para achegarnos as venturas e desventuras dun home xenial, capaz de
tomar as decisión máis inesperadas e componer unha música dun alto nivel de
calidade.
Gozade, pois, coa personalidade dun xenio musical que non pode caer
endexamais no esquecemento.
Hablar de música es algo así como pescar sobre
arquitectura.
Frank Zappa dixit.
Si bien
hace años ya había caído en nuestras manos “Introducción
a Frank Zappa” de Juan Gómez, el
sobrino del diablo y de Nando Caballero,
prologado por el Gran Wyoming de
la editorial Milenio, libro
claramente inspirado en la biografía autorizada de Frank Zappa, por fin hemos podido leer el libro original “La verdadera historia de Frank Zappa” de
la editorial Malpaso.
Asimismo hemos consultado repetidamente la
página de internet “El tercer poder”
donde cualquier zappiano podrá satisfacer algunas curiosidades.
Porque,
a decir verdad, no tan solo los dylanitas
dominan las esferas musicales, sino que también formamos legión los freakys zappianos, que no somos
precisamente silenciosos o tímidos.
En la mencionada página “El tercer poder”,
nos regalan la traducción de las letras de F. Z. cosa que no ocurre en ninguno
de los libros citados, con lo que esta página completa la lectura de las
memorias de F. Z.
Frank Zappa poseyó una capacidad innata
para la música, acercándose a la batería a la temprana edad de 12 años. Poco
después se interesaba por el Rock and Roll y a los 16 años entra a saco en la
música contemporánea, donde estudia a Stravinski,
Boulez y Varesse y la música
dodecafónica, empezando a escribir partituras de este estilo a los 17 años.
Pronto perdió interés en la dodecafónica pero conservó el gusto por las
disonancias.
Fue un músico inclasificable donde trató
al rock con la seriedad con la que los clásicos trataron a la música de cámara
y a la música clásica con la ironía con la que los clásicos trataron al rock.
Zappa |
Hay que resaltar que él, ante todo, se consideraba un compositor. Llega a decir que podía estar días escribiendo música e imaginándosela en la cabeza, sin atender a compromisos sociales, necesidades familiares y convencionalismos varios. Pero a pesar de ese amor a la música sus disgustos con las orquestas clásicas le hicieron exclamar que nunca volvería a escribir música, al haberle destrozado varias partituras músicos de formación clásica.
En sus
directos utilizaba latiguillos de Ravel,
Stravinski, Bartok, Verdi, etc.
El amigo Frank tenía oído y apetencias
para todo tipo de música. Un amigo sardo me contó hace años que estando F.Z de
gira por Italia se desplazó unos centenares de km para oír en directo un grupo
de polifonía vocal. Nunca he podido comprobar si el dato es cierto, pero como
se sabe, a los mitos se les engrandece
con este tipo de datos.
En el
caso de Ravel, ver concierto de F.Z. en Barcelona 1988.
En el primer disco de F. Z. Freak Out, considerado el primer disco doble de la música rock y para muchos el primer disco conceptual, ya se adelanta a los Beatles y a otros músicos ingleses.
Otra característica de Frank Zappa fue la crítica hacia la sociedad norteamericana, lo que es perfectamente comprensible pensando que entró en la cárcel por una encerrona policial. Opinaba que con un poco de mala suerte podías ganarte unos días ente rejas por cruzar mal un semáforo y acto seguido se preguntaba que quién en su sano juicio estaba dispuesto a vivir en California con esas perspectivas.
Son muchos los críticos que creen que el fenómeno F.Z. hoy sería imposible: hacer giras con la cantidad de músicos que él llevaba era ruinoso, contratar orquestas clásicas con sus interminables ensayos era más ruinoso aún y pasar por los caprichos burocráticos de los sindicatos de los músicos, era el colofón de la bancarrota.
Y para seguir con el tema de los desastres
económicos Zappa se embarcó en la creación de su propio sello discográfico por
desavenencias con su primer productor.
A pesar de sus dotes para la música decía
que no era lo único en la vida y lo demostró haciendo incursiones en películas,
libros, grabaciones no musicales, teatro, etc. Quizá una característica de su
obra es que nos hace reír continuamente.
Tuvo un
sentido del humor muy peculiar razón por la que potenció un parecido con el
bueno de Groucho Marx, o que, por
ejemplo, al principio de su carrera hiciera subir al escenario a un sujeto,
Louis Cuneo, para que se riera y contagiara al público su risa, o que en
actuaciones con poco público convenciera a los pocos asistentes para que
actuaran y la banda fuera el público o incluso en ocasiones con un auditorio
casi vacío la actuación se limitara a que F.Z. y sus músicos sirvieran bebidas
al respetable y acabaran conversando animadamente en alegre comandita.
Al clan Zappa le encantaba el humor
absurdo, pero también las críticas irreverentes. Se consideraba dadaísta, incluía en esa consideración a
su familia. Su hija Diva, llamada
así por lo vociferante que era el angelito cuando nació, quemó el pelo de una
muñeca, deformó la nariz con pegamento y le puso un nombre absurdo, para
deleite del padre.
Otra
buena zappada era negarse a que sus
hijos fueran a la universidad, “si
quieren ir que se lo paguen ellos”.
Sus dardos apuntaron en todo
momento a: la iglesia, la política, el sexo, suicidio, la ley y el orden, la
industria musical, etc., lo que hace que no le veamos sólo como a un músico al
uso sino como alguien que disfruta viendo el mundo y sus contradicciones con
auténtico placer.
Recuerdo
haber leído hace bastantes años una crítica que le hacía Jean Luc Ponty porque consideraba que Frank tenía un sentido del
humor un tanto pornográfico.
Jean Luc Ponty |
Hay que añadir la poca simpatía que profesaba hacia las groupies, las poses musicales, los divos rockeros.
Hay que destacar que siempre tuvo
auténtico odio hacia las drogas aunque siempre fue un fumador compulsivo y un
consumidor de café conspicuo.
Experimentó
con el blues, Jazz, Rock, Country
llegando al punk, siendo siempre él
mismo a pesar de los cambios.
Fue un
auténtico precursor en el uso de la tecnología: el uso de ordenadores. El Synclavier fue su amigo, encontrando
buenas salidas donde otros músicos no supieron sacar absolutamente nada y que
le permitieron grabar sin contar con músico alguno. Llegó a exclamar que “aunque parezca mentira en algunos ocasiones
he preferido actuar con músicos”.
Hoy
podemos oír los temas de F.Z., interpretado por un cuarteto de jazz, por una
orquesta sinfónica y/o como un grupo a
capella, dejándonos un buen sabor.
En sus
últimos años llegó a escribir música tan interesante como The Yellow Shark, hecha para cuartetos de clásica.
Merece la pena señalarse que un gran
número de buenos músicos colaboró con Zappa bajando sus cachés como en el cine
se hacía con Woody Allen, Robert Altman u otros de los grandes.
Por ejemplo han colaborado de diferentes
formas con él: Simon and Garfunkel,
Lennon, Johnny Guitar Watson, Adrian Below, Jimmy Hendrix, Joni Mitchel, Stephen
Stills, Tom Waits y un interminable etc., y que huella la podamos percibir
incluso en otro gran zappiano como es
Matt Groening creador de los Simpsons.
Destacar
que existen festivales, en Alemania “la Zappanale” que va a cumplir su
vigesimoquinto aniversario y en Portugal “el Zappamundo” donde el único tema a
tratar es Frank Zappa y su música.
Además
fue un músico prolífico llegando a grabar más de 70 discos entre los años 1966
y 1993. Y algo que siempre nos ha alegrado a los zappianos es que no respetaba
ni sus propias obras y que no las interpretara nunca dos veces de la misma
forma.
Por último citar algunos discos que siempre han estado con nosotros: Hot Rats, Chunga's Revenge, Waka Jawaka, Over-Nite Sensation, Apostrophe, One Size Fits All, Zoot Allures, Sheik Yerbouti, Joe's Garage, Jazz from Hell.
A modo
de despedida se ha de decir que aunque seamos zappianos superlativos también disfrutamos al oír a Dylan.
Asimismo
es de rigor recordar los cientos de veces que sin venir a cuento hemos brindado
por él utilizando su segundo nombre: ¡Por Vincent!
Pues
bien, una vez más ¡Por Vincent!
Jesús Oitaben Fernández (Oita) y Jaume Galta