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sábado, 19 de enero de 2013

Tendiendo brazos amigos en Madrid

El pasado sábado día 12, tuvo lugar en Madrid, en la Fundación ONCE, la presentación de la editorial Amigos de papel, un verdadero milagro de dedicación literaria, ubicado en la ciudad de León.

La mesa.. De izquierda a derecha: Sara, Antonio, Asun, Jesús Hernández e Ignacio Treviño.



Hablo de milagro porque, con la situación económica actual, que nazca un proyecto de estas características no es habitual. Claro que Amigos de papel es una editora muy especial, resultado de un trabajo exhaustivo familiar envidiable y un amor a los libros bien hechos verdaderamente excepcional. Ya había salido a la luz Amigos de papel, el año pasado en dos actos muy hermosos en la capital leonesa. En uno de ellos tuve la satisfacción de participar en la mesa como "padrino de honor". Si pienso en lo que sucedió en ese acto y la armonía del mismo, confieso que el honor, sin ningún género de dudas, fue mío.
Amigos de papel salió con dos libros: Oto y Oli, de Asunción Carracedo e ilustrado por Salvasilva y La princesa que quería escribir, de Beatriz Beatriz Berrocal, ilustrado por Daniel  Montero.                 


Asun, Antonio y Yolanda Falagán

 
En 2013, en esta presentación, apareció el tercer título de la editorial: El Duende No  de la escritora mexicana María García Esperón, ilustrado por Yolanda Falagán. Y, según anunció la Directora de Amigos de papel, a lo largo del año irán apareciendo hasta un total de cinco o seis libros más. Uno no puede dejar de sorprenderse y alegrarse con un proyecto tan ilusionante. Es que estas personas respiran ilusión a raudales. Si no, no se podría comprender. Asun Carracedo es una mujer sensible, que ama los buenos libros, que no es una inconsciente y que sabe de la necesidad de entrar en el mundo de la lectura de una manera completamente digna. Y así es. Cuidan al máximo las obras que editan, tanto a nivel estético como a nivel literario. Los álbumes de Amigos de papel entran por los ojos por su belleza, da gusto tocarlos por la calidad del papel y tienen un formato ideal para que los pequeños lectores (y los que no lo son tanto) gocen con ellos. Pero Asun no está sola. Tiene en Eugenio, su marido, un mago de las finanzas, del cariño por el proyecto y unas ganas tremendas de que todo salga bien. En su ordenador portátil (una libreta al uso) lleva todo aquello que es preciso para que las operaciones sean viables. ¡Qué hombre tan optimista y generoso! Realiza un trabajo oscuro, sin presunciones, basado en la efectividad. Eugenio es un hombre inteligente, sincero, impulsivo y con la afectividad a flor de piel.Un tándem perfecto para llevar a buen puerto sus ilusiones.mas ambos tienen el motor necesario para llevar la nave a buen puerto: sus hijos.


Eugenio con Antonio
El mayor, Pablo, es un encanto de persona. Un joven siempre atento al más mínimo detalle y al servicio de las necesidades editoriales.Es un gran estudiante y un apoyo necesario para que la empresa no cojee en ningún momento.
                                                                   

Susi con David

El otro, David, merecería un capítulo aparte. David es un ángel con síndrome de Down.Un chaval de catorce años lleno de ternura, vivo, despierto. Lleno de amor, que contagia su simpatía a todo aquel que se le acerca. Un beso de David es un tesoro. ¡Un gran tesoro!
Hay que ver a los cuatro en la furgoneta llena de libros y cantidad de objetos para ambientar los actos que llevan a cabo. Viajan por España, visitan las librerías que tienen en su lista y hacen que la editorial comience a ser conocida. Por su carácter, amabilidad, seriedad y honestidad se ganan a los libreros y libreras que quedan sorprendidísimos de su trabajo.
La animación que realiza Asun Carracedo, con el "monstruo Oto y demás, es maravillosa. Llena de ingenio y humor, convierte el acto en una fiesta, participativa alrededor de los libros. Consigue elevar las virtudes literarias de una obra por encima del espectáculo. Ella habla de libros y de lectura.


Ana María Rodríguez leyendo "Un cuento sin final" 
                                              
En Madrid, estábamos en la mesa las siguientes personas: Asunción Carracedo Gómez (Directora Editorial), que dio la bienvenida al acto al público asistente y presentó a los invitados. Con sus "Palabras amigas" fue un placer escucharla.También sara Moreno Valcárcel (Presidenta del Consejo General del LIJ), Ignacio Treviño Gómez (Director General de Políticas de Apoyo a la Discapacidad del MSSS), Jesús Hernández Galán (Director de Accesibilidad Universal Fundación ONCE) y quien esto escribe. Todos tuvimos palabras de ánimo y reconocimiento para un proyecto tan necesario.


Manuel Ferrero y Alfonso Salas
 Al terminar los discursos, la periodista y escritora, Ana Mª Rodríguez leyó para todos los asistentes una narración muy hermosa, "Un cuento sin final", que nos conmovió. El cierre fue poético-musical, con los increíbles Manuel Ferrero y Alfonso Salas que se ganaron al público por su humor y su simpatía.


Susi metida de lleno en el ambiente creado


                                                                                 





  Alfredo, Alba, Lurdes, Susi, Juan Carlos y Antonio.

David, Alfonso, Manuel, Susi y Alba.

                                                                              
                                                      
DE QUÉ FUERON MIS PALABRAS
  
                                                                                                    
En mi pequeño discurso hablé de la sociedad gris que me tocó vivir en mi infancia y mi adolescencia. Era una sociedad sin libros. Después me referí a la literatura ñoña y ejemplarizante que los libros contenían y a los valores negativos que esa sociedad, conservadora, dominada por los intereses determinados de una dictadura y marcados, en buena parte, por la Iglesia, trasladaba a la literatura para niños.
Recordé, también, ya con una democracia en pañales, la aparición de modelos sociales y literarios avanzados de la mano de algunas editoriales, como SM y sus colecciones "El barco de Vapor" y "Gran Angular", como Alfaguara que nos traía escritores y escritoras europeos y americanos que rompían los moldes a que estaba acostumbrada la sociedad española. Una España, por cierto, nada lectora y muy atrasada, salvo excepciones, en el plano pedagógico.

Recordé a Fernando Alonso, gran escritor y persona, un verdadero pionero de la LIJ en nuestro país que nos sorprendió con un libro memorable, "El hombrecito vestido de gris y otros cuentos", una obra crítica, sin edad determinada para su lectura; es decir, para todos. Unos cuentos inteligentísimos, magníficamente escritos que te llevan directamente a la reflexión y al debate. Fue el primer libro de LIJ que me sacudió de verdad. Y recordé, claro, a Gianni Rodari, A Roberto Piumini, a Maria Gripe, a Christine Nöstingler, a Tove Jansson, Judith Kerr, Janosch, Roald Dahl o Peter Härtling, entre otros. Todos ellos ayudaron a dar un vuelco incontestable a la LIJ. Un vuelco, por cierto, irreversible.

Y me referí a colecciones muy hermosas, ya desaparecidas, como "Las campanas" de Ed. Miñón, los libros de La Galera, de Noguer o Lumen, que permitieron la visibilidad de Gloria Fuertes, Juan Farias, Montserrat del Amo o Ana María Matute y la aparición de extraordinarios autores/as e ilustradores/as como José A. del Cañizo, Pilar Mateos, Jordi Sierra i Fabra, Joan Manuel Gisbert, Alfredo Gómez Cerdá, Consuelo Armijo, Carme Solé Vendrell, Asun Balcells y tantos y tantas que podrían estar aquí citados.
No me resistí, claro, a referirme a escritores y escritoras que escribían en gallego, un idioma despreciado y vituperado. Y así salieron Agustín Fernández Paz, Xabier P. Docampo, Paco Martín, Helena Villar o María Victoria Moreno, además de Neira Vilas o Manuel María.

Valorada la labor de ciertas grandes editoriales, quise resaltar a esas editoriales pequeñas que permitieron a ilustradores y autores romper cadenas y expresarse en completa libertad, a base de trazos arriesgados y textos más abiertos. Esas editoriales, que luchan por sobrevivir, y publican libros con un gusto exquisito, abiertas ca las nuevas corrientes, de enfoques avanzados y que ayudaron a normalizar nuestra LIJ. Editoriales como Kalandraka (hoy ya menos pequeña pero que mantiene su magnífica línea), OQO, El Jinete Azul, Los libros del Zorro Rojo o Mediavaca entre muchas más.

En este grupo está Amigos de papel con una propuesta atrayente.Y está porque quienes la forman creen en la bondad de la lectura. Ellos sí creen que un buen libro puede divertir, descubrir la sensibilidad del lector, provocar reflexiones, conseguir que los lectores conozcan realidades diferentes a las suyas, que se conozcan más ellos mismos, despertar su capacidad crítica o fomentar actitudes de tolerancia y solidaridad, entre otros muchos beneficios para una formación sólida y completa de los niños y niñas lectores.

Amigos de papel es la realización de un sueño.
Amigos de papel es romper con la dinámica de libros sin criterio (que aún los hay).
Amigos de papel nos dice que "hay un montón de razones por las que merece la pena leer...Descúbrelas en compañía de Amigos de papel.

Y yo me lo creo totalmente.

ANTONIO GARCÍA TEIJEIRO